De siempre, las siglas OPE, que equivalen a Operación Paso del Estrecho, va aparejada al verano, que es la época que escogen decenas de miles de viajeros del norte de África para cruzar la frontera desde países europeos y volver a casa para disfrutar del tiempo de asueto en temporada estival.
Las altas temperaturas de esas fechas hacen que los responsables del dispositivo, a través de las administraciones correspondientes como Protección Civil, centren sus esfuerzos en que los pasajeros sufran lo menos posible los estragos del calor, con la instalación de carpas y servicios para tal efecto.
Ahora, en invierno, el único periodo que se le puede asemejar en cuanto a volumen de tráfico es el correspondiente a la Navidad, con números no tan eleveados en lo que a personas y vehículos embarcados se refiere, pero que igualmente requieren de apoyo extra en infraestructura y personal de refuerzo.
Así, desde la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras se vuelve a recurrir a Atese para que una veintena de empleados se repartan por las parcelas previas a los embarques con Tánger Med para guiar a los vehículos a la que le corresponda en función de su compañía. Éstas, como normal general, también entienden necesaria la contratación de más gente para ofrecer un mejor servicio a sus clientes y hasta se pueden ver más agentes de la Policía Portuaria haciendo patrullas por las instalaciones.
De este modo, posiblemente lo más llamativo con respecto a la verdadera OPE que conocemos en verano es que tanto viajeros como trabajadores, en vez de ir en bermudas y mangas cortas, no tienen más remedio que recurrir al chaquetón para eludir el frío de las últimas noches del año.
