A pesar de haberla mantenido cerrada al uso público desde junio a septiembre, los expertos consideran que no ha habido tiempo suficiente para que los corales y la costa de Maya Bay haya podido experimentar una notable mejoría.
Tailandia se ha visto obligada a prolongar el cierre de este lugar paradisíaco, reconocido por sus bellas y cristalinas aguas, que fueron escenario de la famosa película de Leonardo Di Caprio “La Playa”. Ahora, asediada por los turistas, sufre un daño ambiental que podría ser irreversible si no se protege.
La popular playa de arena blanca y aguas turquesa situada en la isla Phi Phi Leh, en el suroeste del país, se está viendo muy afectada por los daños causados por el turismo, que son más graves de lo que se pensaba, según han anunciado las autoridades locales en los últimos días.
Ha sido prolongado a partir del 1 de octubre por una duración indeterminada
En junio, éstas decidieron un cierre temporal hasta finales de septiembre. Pero un estudio realizado durante este período reveló que era “imposible” resolver el problema en solamente cuatro meses, declaró a la AFP Songtam Suksawang, director de la oficina de parques nacionales. El cierre ha sido, por tanto, prolongado a partir del 1 de octubre por una duración indeterminada.
Maya Bay recibía cada año a cerca de 5.000 turistas diarios, que llegaban a esta zona conocida por sus aguas cristalinas, pero sólo se quedaban unos minutos para subirse después a una de las muchas lanchas de los operadores turísticos de la región.
Tailandia, que acoge cada año a 35 millones de turistas, se enfrenta a una grave degradación de sus fondos marinos, provocada por el cambio climático pero también por el comportamiento de los turistas, que no dudan en caminar sobre los corales.
A ello se añaden la abundancia de operadores turísticos y la falta de regulación de estas islas pese a estar protegidas por un estatuto de parques nacionales.
