La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este jueves, a bordo de su buque Esperanza, «la grave contaminación» que se acumula en las balsas de dragados de la ría de Huelva.
Así, a primera hora de la mañana, activistas de este colectivo de nueve países diferentes han desplegado frente al espigón Juan Carlos I una pancarta de 50 metros de largo y seis de ancho, a bordo del citado buque, con el lema ‘El mar no es una cloaca’.
Piden que los lodos tóxicos de las balsas de dragados «se descontaminen y se trasladen a un lugar adecuado y que se ponga fin a la destrucción de este espacio protegido»
A su vez, han portado pancartas de mano con los mensajes ‘Marismas sin contaminación’ y ‘El Parque Natural no es una cloaca’ para pedir que los lodos tóxicos de las balsas de dragados «se descontaminen y se trasladen a un lugar adecuado y que se ponga fin a la destrucción de este espacio protegido», ha informado la organización en una nota.
«No podemos tolerar la contaminación de entornos naturales únicos en el mundo. Las balsas son ilegales y las administraciones no pueden seguir ignorando esta gravísima situación y su desidia es responsable de la cloaca tóxica en la que se ha convertido la ría de Huelva», ha declarado Paloma Nuche, responsable de la campaña de Costas de Greenpeace.
«Atendiendo a la Ley de Costas, estas balsas son ilegales, ya que están situadas en dominio público marítimo-terrestre», han precisado desde la organización, desde donden han indicado que «contienen materiales tóxicos y contaminantes acumulados en el fondo de la ría de Huelva y se han construido dentro de la reserva de la biosfera Marismas del Odiel, lo que ha sido denunciado ante Bruselas por vulneración de directivas europeas».
«La contaminación procede de la actividad industrial del polo químico, donde importantes industrias han arrojado durante años a las marismas multitud de elementos tóxicos y peligrosos que ahora se acumulan en la ría y terminan saliendo a mar abierta, una cocontaminación a la que contribuye especialmente la presencia de las balsas de fosfoyesos de Fertiberia», han insistido.
Denuncian la presencia de «120 millones de toneladas de residuos industriales tóxicos peligrosos y radiactivos, tal y como dictaminó la Unión Europea en 2010»
Sobre estos depósitos, han asegurado que «contienen, en una superficie de 1.200 hectáreas, más de 120 millones de toneladas de residuos industriales tóxicos peligrosos y radiactivos, tal y como dictaminó la Unión Europea en 2010».
Por ello, considera que «tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno de España han permitido que la ciudad de Huelva y sus habitantes convivan con el mayor vertedero de residuos industriales tóxicos y radiactivos de Europa, a escasos 500 metros de sus casas y dentro de un Parque Natural», ha añadido Nuche.
Esta protesta se encuadra dentro del tour de Greenpeace ‘A toda Costa’ en el que la organización ecologista está recorriendo diferentes puntos del litoral para denunciar la destrucción de la costa por la urbanización masiva. El barco más grande de Greenpeace, el Esperanza, llegará a Cádiz este viernes 3 de agosto y, procedente de Barcelona e Ibiza, permanecerá en el puerto de Cádiz hasta el lunes 6 por la mañana. Durante su estancia, las personas que lo deseen pueden visitar el barco en una visita guiada.