Europêche lamenta que la Universidad de California avale un estudio sin rigor como el de Global Fishing Watch

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La patronal europea del sector pesquero de la que forma parte la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Europêche, lamenta que la Universidad de California respalde y otorgue credibilidad a un estudio de un grupo de investigadores sobre la huella global de la pesca que, como afirman los propios autores, presenta “resultados basados en estimaciones” y con datos poco fiables.

Según el secretario general de Cepesca y presidente de Europêche, Javier Garat, “este tipo de estudios, lejos de aportar información objetiva y científica, sólo sirven para desorientar a la opinión pública y obedecen a intereses lejanos a la sostenibilidad y el buen gobierno de la actividad pesquera, objetivo al que invitamos a colaborar a cualquier persona e institución que, de verdad, como el propio sector pesquero, esté interesado en la buena gobernanza de los mares”.

Respecto al estudio elaborado por la organización Global Fishing Watch, Europêche quiere matizar que los sistemas de identificación automática (AIS, por sus siglas en inglés), que ha tomado como base el estudio, son sistemas usados por los barcos solo para proveer información sobre su posición, curso y velocidad y están pensados para dar seguridad y evitar colisiones, no para controlar la actividad pesquera, regulada de manera exhaustiva por las autoridades, ni evaluar su impacto.

Europêche también recuerda que la flota pesquera europea está sometida a una monitorización y control exhaustivos, y cumple escrupulosamente con todos los estándares de la UE en materia de medio ambiente, trabajo y seguridad desde hace décadas, por lo que su impacto no puede compararse con el de las flotas asiáticas, como, malintencionadamente, hace el estudio.

Igualmente, Europêche subraya que la huella global de la pesca no se puede comparar a la de la agricultura, en tanto que esta última transforma el entorno y elimina la flora y fauna nativa. De hecho, el estudio apunta a que el sector pesquero ocupa con su actividad el 55% del océano, área cuatro veces mayor que la que emplea la actividad agrícola, pero no explicita que, para poder conseguir este porcentaje, utiliza los movimientos de las flotas en el seguimiento de especies migratorias como el atún, lo que conlleva muchas jornadas de navegación sin pescar.

Por último, el estudio indica que amplias regiones del océano no están explotadas de forma importante por lo que su conversión en Áreas Marinas Protegidas (MAP) tendría un bajo coste. Una vez más, Europêche reclama rigurosidad para la adopción de este tipo de decisiones y no basarse únicamente en los costes dado que los perjuicios pueden ser superiores, no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también social.