La Junta aprueba un plan de protección para las especies de moluscos, corales y flora marina más amenazadas

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El Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado este martes el Plan de Recuperación y Conservación de Invertebrados Amenazados y Fanerógamas del Medio Marino, que recoge las medidas para asegurar la supervivencia de las nueve especies más singulares y amenazadas del litoral andaluz.

De ellas, cuatro son plantas de praderas marinas clasificadas en régimen de protección especial (‘Posidonia oceanica’, ‘Cymodecea nodosa’, ‘Zostera marina’ y ‘Zostera noltii’); dos, caracolas tipificados como vulnerables (‘Dendropoma petraeum’ y ‘Charonia lampas’); otros dos, moluscos en peligro de extinción (la lapa ‘Patella ferruginea’ y el bivalvo ‘Pinna nobilis’), y un coral (‘Astroides Calycularis’, vulnerable).

El plan, de vigencia indefinida, incluye 46 intervenciones dirigidas al mantenimiento, vigilancia, mejora y regeneración de los hábitats; la reducción de la mortalidad no natural; el control sobre las exóticas; la conservación ‘ex situ’; la cooperación entre administraciones, y el impulso de la formación específica para Agentes de Medio Ambiente, Guardia Civil e inspectores de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.

Destacan asimismo las medidas para mejorar el conocimiento de las especies y paliar la falta de información que supone la dificultad de estudio del medio marino. Se prevé así la realización de inventarios, estudios genéticos y cartografías (mediante técnicas de sónar en el caso de las praderas de fanerógamas), además de prospecciones del litoral para localizar áreas de distribución potencial.

Todas las acciones previstas se orientan al objetivo común de reducir las amenazas, vinculadas sobre todo a la ocupación y el aumento de actividades en el litoral, la pesca ilegal, la contaminación, el incremento de especies exóticas y los efectos del cambio climático. La vulnerabilidad añadida de los invertebrados y fanerógamas ante estos riesgos, en comparación con otras especies litorales y marinas, se deriva de dos características: su nula o muy limitada capacidad de desplazamiento y su distribución concentrada en áreas limitadas y asociadas a la línea de costa.

ESPECIES MÁS AMENAZADAS. Entre ellas se encuentran la lapa ferruginosa, ‘Patella ferruginea’, exclusiva del Mediterráneo occidental, y la ‘Pinna nobilis’, el mayor bivalvo de Europa, ambas consideradas en peligro de extinción.

La ‘Patella ferruginea’, que ha experimentado en el último siglo una fuerte regresión por la presión humana (fundamentalmente recolección para consumo y para cebo de pesca), se localiza a lo largo de todo el litoral mediterráneo andaluz, la isla de Alborán y, de forma aislada, en la costa atlántica más próxima al Estrecho.

La ‘Pinna nobilis’ es un endemismo del Mediterráneo que vive en todas sus cuencas excepto en los mares Negro y de Mármara. La especie, asociada en un 80% de los casos a praderas de fanerógamas marinas y a sustratos blandos aledaños, se localiza en las costas de Almería, Granada y Málaga. Recientemente ha sufrido una reducción drástica de sus poblaciones, tanto en Andalucía como en todo el arco mediterráneo español, probablemente a causa de una infección. Esta situación ha provocado su recatalogación a nivel nacional como «especie en peligro crítico» y, ahora, su inclusión en el plan andaluz en la categoría de «en peligro de extinción».

En cuanto a los otros dos moluscos, la caracola o bocina ‘Charonia lampas’ es el gasterópodo con la concha de mayor talla de Europa. Si bien se encuentra en todas las provincias de Andalucía, su población sólo es relativamente abundante en Cádiz y Málaga. Los estudios apuntan a un predominio general de los ejemplares medianos y pequeños, lo que apoya la hipótesis de una retirada selectiva de los grandes por parte de buceadores y pescadores.

Por su parte, el ‘Dendropoma petraeum’ es endémico del Mediterráneo y se asocia a sus lugares más cálidos, llegando a alcanzar algunas costas atlánticas de Cádiz y Marruecos. Se desarrolla en grandes colonias hasta incluso cubrir superficies rocosas a modo de costras o formar auténticos arrecifes en asociación con algas calcáreas. En el litoral andaluz está presente en Almería, Granada, Málaga y Cádiz.

La especie coralina incluida en el plan, el coral anaranjado o ‘Astroides calycularis’ es característica de fondos rocosos poco iluminados. Vive fija al sustrato, formando colonias que pueden llegar a ocupar grandes superficies y con una gran diversidad. Actualmente se localiza en el Mediterráneo suroccidental y el norte del continente africano desde Túnez hasta Tánger. En la Península Ibérica la mayoría de sus efectivos se encuentran en las costas andaluzas, sobre todo en las de Granada y Cádiz.

PRADERAS MARINAS. En cuanto a las cuatro especies de fanerógamas, destaca la ‘Posidonia oceanica’, que juega un papel fundamental en la calidad ambiental de sus costas y en el mantenimiento de los recursos pesqueros. Exclusiva del mar Mediterráneo, sus praderas propician ecosistemas de gran diversidad, fijan los fondos y los protegen de la erosión, contribuyen a la estabilización de la línea de costa y actúan como sumideros de carbono, por lo que su conservación es fundamental en la lucha contra el cambio climático. Las mejores representaciones de las praderas de posidonia se encuentran en el litoral almeriense. El límite de su distribución se sitúa en el extremo occidental de la provincia de Málaga.

La planta ‘Cymodocea nodosa’ se distribuye por todo el litoral andaluz en forma de praderas, aunque frecuentemente aparece asociada a otras fanerógamas. Especie propia de fondos de arena infralitorales, sus enclaves más extensos se localizan en Almería, con poblaciones que abarcan las 95,88 hectáreas, y Cádiz, con 5,2 hectáreas. En el resto de las provincias su presencia es puntual.

Por su parte, la fanerógama ‘Zostera marina’ es la fanerógama con presencia en las costas andaluzas que ha sufrido una mayor regresión durante los últimos años, pese a tener una amplia distribución mundial. Su presencia se ha reducido a varios enclaves de las provincias de Cádiz y Almería, mientras que en el litoral de Málaga y Granada está ya prácticamente desaparecida.

Finalmente, la planta ‘Zostera noltei’ es frecuente en las costas atlánticas andaluzas y generalmente aparece asociada a los estuarios de los grandes ríos. Tiene una presencia destacada en las desembocaduras del Odiel, Piedras y Guadiana, y en las bahías de Cádiz y Algeciras. También se localiza en diversos puntos del litoral almeriense.

El plan de recuperación aprobado se suma a los vigentes para el águila imperial; el lince; el pinsapo; las aves necrófagas, las esteparias y las de humedales; los helechos; los peces e invertebrados de medios acuáticos epicontinentales, y la flora y fauna de altas cumbres, dunas, arenales y acantilados costeros.