El Consorcio Zona Franca de Cádiz se está reinventado como modelo de industria sostenible y está desarrollando una nueva forma de hacer industria basada en la sostenibilidad y el compromiso con el medio ambiente y vinculada a proyectos en el marco de las economías verde y azul.
La Zona Franca gaditana ha dado un giro de 180 grados a su forma de promover los espacios productivos y al desarrollo de proyectos en la provincia de Cádiz y en la capital gaditana, como embrión y centro neurálgico, ha comenzado a trabajar en infraestructuras modernas y eficaces, tanto en el polígono exterior como en el recinto fiscal.
De esta forma, se trabaja por configurar un área industrial moderna, autosuficiente, innovadora y comprometida con el futuro de la ciudad, que atraiga empresas que crezcan y se consoliden desde los parámetros de generar una actividad económica respetuosa y menos contaminante, basada en la economía circular y que a su vez genere nuevas oportunidades de negocio para las futuras generaciones.
Uno de los referentes de este nuevo modelo de industria es Incubazul, la incubadora de alta tecnología vinculada a la economía azul subvencionada con Fondos Feder que alojará Zona Base, el centro de innovación y expansión tecnológica que se construye en la antigua Ibérica Aga en el polígono exterior de la Zona Franca.
Zona Base será un ejemplo a seguir y una nueva forma de hacer y vivir el lugar de trabajo, que desde el corazón de la zona industrial de Cádiz se proyectará al resto de la ciudad. El propio diseño original y novedoso del edificio es un ejemplo de sostenibilidad ya que el equipamiento estará compuesto por contenedores marítimos reciclados.
Otro punto importante de la estrategia sostenible del Consorcio es la alianza con Navantia para impulsar industria sostenible en la Bahía de Cádiz. Un grupo de trabajo con técnicos de ambas entidades está creando sinergias y condiciones para la atracción de empresas vinculadas a las energías verdes, sector en el que Navantia ya tiene un posicionamiento internacional gracias a sus últimos contratos de offshore wind o energía eólica marina.
La Zona Franca también ha puesto en marcha un Plan de Mejora Integral del recinto fiscal, que está optimizando las instalaciones, modernizándolas y adecuándolas a criterios de sostenibilidad, con el objetivo de ofrecer equipamientos de calidad a los operadores y abarcan desde la modernización de las infraestructuras, hasta cambios en la movilidad, la implantación de energías limpias y la instalación de electrolineras para clientes y empleados.
Otro hito importante es el proyecto de la instalación de placas solares en las cubiertas de los equipamientos industriales para el autoconsumo, con el consiguiente ahorro económico y el cuidado del medioambiente.
Asimismo, la Zona Franca de Cádiz está poniendo en marcha una nueva forma de entender los espacios productivos en el resto de sus equipamientos en toda la provincia, proyectando en ellos también estos criterios de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. Así, está realizando una potente mejora y adaptación de sus espacios para ofrecer instalaciones que den respuesta a las necesidades de potenciales inversores.
Toda estas acciones se enmarcan en un nuevo modelo industrial más comprometido y responsable con el medioambiente, que entronca de lleno con el objetivo para el que nació la Zona Franca de Cádiz hace más de nueve décadas: el fomento de la actividad económica de su área de influencia, creando unas condiciones óptimas para que las empresas dispongan de todo lo necesario para iniciar su actividad, crecer y consolidarse en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.