La tripulación del pesquero «Josefa y Carmen» con base en el puerto de Barbate, no podía dar crédito a lo que supuso una jornada entera de trabajo en las aguas del Estrecho de Gibraltar y las colindantes frente al cabo Trafalgar. Horas de trabajo y sólo unos kilogramos de pescado recolectado, como consecuencia de la situación que vive el fondo marino a causa de la invasión de alga asiática que sufre todo el litoral.
Los pescadores de Barbate y Tarifa tienen claro que, además de las ayudas dispuestas por la Junta de Andalucía para las pérdidas sólo del 2020, si la Administración quiere que siga existiendo la pesca artesanal en la zona, deben luchar contra el alga en el fondo marino. De lo contario, los pescadores y armadores exigen compensaciones a los barcos perjudicados con la adjudicación de cuota de atún rojo ‘criollo’ en la zona del Estrecho, de forma extraordinaria y sostenible (vista la recuperación de la especie).
Los afectados no descartan que se pueda hacer frente por parte de la Administración al pago de 1 euro por cada kilo de alga recolectada, ya que la situación es insostenible y cada vez más preocupante.
