El buque Galicia de Brittany Ferries ha vuelto al Puerto de Bilbao para continuar las pruebas necesarias para la llegada en 2022 del buque Salamanca, gemelo del Galicia y el barco más moderno de la compañía francesa. El Salamanca servirá en las rutas de larga distancia entre España y Reino Unido y será un barco más eficiente y ecológico, ya que navegará con combustible GNL (gas natural licuado). Para preparar su llegada, la Autoridad Portuaria está realizando obras de acondicionamiento en el atraque y la compañía Repsol construye una gasinera para el abastecimiento de GNL.
El Salamanca será el primer buque a gas de Brittany Ferries que opere en el Puerto de Bilbao
El GNL es un combustible que prácticamente no emite dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno o emisiones de partículas tras la combustión y, además, debido a que el GNL se quema de manera más eficiente que el diesel, hay una reducción en la producción de dióxido de carbono (CO2) en torno a un 25%.
El Salamanca será el primer buque a gas de Brittany Ferries que opere en el Puerto de Bilbao, al que se le unirá en 2023 el Santoña. Tendrá capacidad para 42.000 toneladas y será uno de los buques más grandes que ha servido a la compañía. Sus 215 metros de eslora le convertirán en el más largo de la flota. Podrá llevar hasta 1.015 pasajeros y transportar hasta 2714 metros lineales de vehículos de pasaje y camiones. Supone un importante ahorro en el consumo de combustible y en las emisiones, al tiempo que promete una mejora del 10% en la capacidad de pasajeros y un aumento del 28% en el espacio de carga.
Cada buque E-Flexer, como el Salamanca, promete una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos barcos también son más ligeros, más silenciosos y tienen menos vibraciones lo que hace un manejo más suave del mar, en beneficio de los pasajeros.
En su construcción también se está prestando especial atención a las plantas de propulsión de bajo consumo de combustible y al diseño largo y delgado del casco y la proa. La pintura de silicona que reduce la fricción y que recubre el casco submarino, reduce aún más el consumo de combustible, mientras que el diseño de la hélice y el timón permite una mejor maniobrabilidad. Todo pensado para ser aún más eficiente reduciendo de manera significativa la huella de carbono.
Todos estos cambios supondrán un ahorro estimado de alrededor del 46% de CO2 por pasajero en comparación con los buques actuales en las rutas de larga distancia de la compañía.