La pasarela ‘Onda Atlántica’, que busca ser un nuevo símbolo arquitectónico de Las Palmas de Gran Canaria, ha sido inaugurada este sábado de la mano del alcalde, Augusto Hidalgo, y el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.
Esta obra conecta el muelle de Sanapú con el Mercado del Puerto, Las Canteras y La Isleta, siendo un paseo elevado que sobrevuela la GC-1 que acaba con la brecha histórica que divide las dos orillas del istmo. Con 283 metros de longitud, la Onda Atlántica conecta ambos lados en pocos minutos mediante un paseo totalmente accesible, adaptado a peatones y ciclistas.
Por su parte, la actuación, que ha contado con una inversión total de 3,9 millones de euros, ha permitido transformar el entorno de la pasarela creando nuevos espacios verdes y para el disfrute de la ciudadanía.
Hidalgo ha destacado que «la pasarela cierra la brecha existente en la dupla del crecimiento económico de Las Palmas de Gran Canaria y simboliza la unión y el diálogo permanente entre el Puerto y la urbe, armonizando el desarrollo e intereses de ambos».
Al mismo tiempo ha indicado que el paseo elevado «se convertirá en un elemento simbólico de identidad y singularidad e incrementará el valor turístico de la ciudad, permitiendo conectar en unos minutos con la zona de Las Canteras y de La Isleta a los miles de cruceristas que volverán a visitarnos».
Mientras, El presidente de Canarias ha resaltado que la ciudad está de enhorabuena por haber podido ejecutar e inaugurar una obra de estas características en medio de la pandemia. «Se ha logrado con dificultades, con esfuerzo, gracias a la colaboración entre las instituciones. Este es el momento para demostrar que ante las adversidades solo cabe ponernos de acuerdo», añadió.
REFERENTE ARQUITECTÓNICO. El nuevo icono de la arquitectura capitalina, que aspira a convertirse en un referente internacional, mejora la conexión y la accesibilidad entre el muelle de Sanapú, el Mercado del Puerto, Las Canteras y La Isleta mediante un paseo curvilíneo de 283 metros de longitud totalmente accesible.
Se trata de una infraestructura por la que pueden transitar peatones, bicicletas y su superficie cuenta con una pendiente del 6%, respetando todas las directrices de accesibilidad universal.
Inspirada en la industria naval, su sección en V mitiga la afección acústica de la GC-1. Además, destaca su visión diurna y nocturna mediante iluminación ambiental, tanto de la pasarela como de su entorno.
Con casi 1.200 toneladas de acero, la infraestructura se instala sobre cinco apoyos de contacto con el suelo, dos empotramientos sobre pilastras de hormigón y tres apoyos sobre soportes de hormigón en forma de Y, que se asemejan a las cunas que se usan para apoyar los barcos cuando están varados.