Las compañías navieras Maersk y CMA CGM han anunciado recargos tarifarios en respuesta a la decisión de desviar sus rutas marítimas, evitando el Mar Rojo tras los recientes ataques a buques en la zona. Esta medida busca compensar los costos adicionales generados por las rutas alternativas, que implican trayectos más largos alrededor del continente africano, en comparación con la ruta habitual a través del canal de Suez.
Desde que el grupo militar hutí de Yemen intensificó sus ataques contra embarcaciones en el Mar Rojo, las principales navieras, incluyendo a Maersk y CMA CGM, han suspendido el tránsito de buques por esta vía estratégica, que tradicionalmente ha sido la ruta más rápida entre Asia y Europa. Esta suspensión ha tenido un impacto significativo en el comercio marítimo global.
Las embarcaciones están siendo redirigidas al cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África, lo que incrementa el tiempo de viaje en aproximadamente diez días, en comparación con los 27 días habituales desde China hasta el norte de Europa.
Maersk, citando «graves trastornos operativos», ha comunicado la implementación de un recargo inmediato por interrupción del tránsito (TDS) para cubrir los costos adicionales derivados de esta ruta extendida. Adicionalmente, la compañía aplicará un recargo por temporada alta (PSS) a partir del 1 de enero.
Por su parte, el grupo naviero francés CMA CGM ha anunciado un aumento en sus tarifas de transporte de contenedores desde Asia hacia la región mediterránea, que podría alcanzar hasta el 100% a partir del 15 de enero, en comparación con las tarifas del 1 de enero. La tarifa FAK (todo tipo de cargas) para un contenedor de 12 metros de largo entre Asia y el Mediterráneo occidental se situará en 6.000 dólares, duplicando el costo anterior de 3.000 dólares.
Asimismo, los precios de los envíos hacia el Mediterráneo oriental, el Adriático, el mar Negro y Siria han experimentado incrementos notables. Estas medidas han propiciado un aumento en las acciones de las compañías navieras, motivado por la expectativa de que las rutas más extensas se traduzcan en tarifas de flete superiores.