El Valencia Containerised Freight Index (VCFI), el indicador que mide la tendencia y evolución de costes del transporte de contenedores por mar desde el Puerto de Valencia inicia el año 2023 con un valor de 3.211,15, más de 1.000 puntos por debajo de enero de 2022 cuando se situó en 4.267,75 puntos, lo que representa un descenso del 25%. Respecto al mes anterior la bajada ha sido del 10,88%, mientras que acumula un crecimiento del 221,11% desde el inicio de la serie en el año 2018.
En este primer mes del año, hay que destacar la caída en los fletes de Europa Atlántica, en un 30,47%, el Mediterráneo Oriental, en un 17,76%, seguidos de Latinoamérica Pacífica, África Costa Occidental, Estados Unidos y Canadá, en un 10,45%.
Por lo que refiere a la coyuntura económica a nivel mundial, según las perspectivas de la economía mundial publicadas por el FMI a comienzos de este año, se augura un descenso en el crecimiento económico del 2,9% para 2023. Estos datos muestran una mejora de 0,2 puntos porcentuales por encima de lo estimado en el mes de octubre, hecho que responde a una serie de factores que podrían dotar a la situación de un cierto dinamismo, entre los que se destaca el abandono la política ‘Covid cero’ por parte de China, así como la desaceleración de los precios de la energía y los alimentos, entre otros. Por lo que refiere a la demanda de transporte marítimo, según el último RWI/ISL Container Throughput Index publicado, se observa una recuperación en el tráfico de contenedores, intensificada desde finales del año 2022 tras el fuerte descenso en el tráfico mundial que tuvo lugar en octubre.
Un factor importante resultante de la interacción entre oferta y demanda en el transporte marítimo es el nivel de congestión portuaria debido al impacto que tiene sobre las cadenas de suministro globales. Desde hace varios meses se ha venido observando una clara tendencia a la baja en este aspecto. Según la consultura Linerlytica, a finales de enero de este año se contabilizaron 1,66 millones de TEU en fondeo, lo que ha supuesto un 6,4% de la flota total, experimentado un descenso del -1,3% respecto de la última contabilización llevada a cabo una semana antes.
En lo que respecta al mercado energético, los combustibles marítimos han fluctuado en general a la baja desde junio de 2022. Así, el precio del combustible VLSFO (Very Low Sulphur Fuel Oil) para repostaje de buques en el mar (bunkering) ha pasado de 646,9$ en diciembre a 664,2$ en enero, lo que supone una subida del 2,67%.
En cuanto a la capacidad ofertada, los datos de la consultura Alphaliner muestran un incremento de la flota ociosa respecto al mes anterior. A mediados de enero se contabilizaron 95 buques ociosos que conforman un total de 577.211 TEU (49.545 TEU más que en noviembre), representando el 2,2% del total de la flota activa.
VCFI Mediterráneo Occidental
En cuanto al subíndice del Mediterráneo Occidental, se observa un incremento del 2,57% con respecto al mes anterior, situándose en los 1.946,78 puntos. El Índice acumula una subida del 94,68% desde el inicio de la serie en el año 2018. A pesar de que se observa una retracción en el volumen de exportación desde Valenciaport con Marruecos, también se ha dado una mejora en positivo en los intercambios comerciales con Túnez y Argelia.
VCFI Lejano Oriente
Por lo que refiere al área del Lejano Oriente, el Índice se sitúa en los 2.456,53 puntos, un 3,56% más que en diciembre. Esto representa un crecimiento acumulado del 145,65% respecto al inicio de la serie en enero del 2018. Sin embargo, de acuerdo con los últimos datos disponible, se observa una caída en los niveles de exportación de Valenciaport a China.
Si bien tras el desplome en el tráfico mundial de contenedores que tuvo lugar en octubre del 2022 China ha contribuido a la recuperación en el tráfico de contenedores a nivel mundial, cabe tener en cuenta la estacionalidad del momento, marcada por la proximidad del Año Nuevo Chino, lo que se traduce también en una mayor presión en los fletes. Paralelamente, también se percibe el colapso en la demanda por los brotes de la COVID-19 que han derivado en altos niveles de congestión, tal y como se ha apuntado anteriormente.