Japón ha completado, por primera vez en el mundo, una serie de pruebas de transporte de hidrógeno licuado por vía marítima. Las pruebas se han llevado a cabo en el marco de un proyecto que pretende comercializar una cadena de suministro de esta fuente de energía en la próxima década.
El Suiso Frontier, el primer carguero de hidrógeno licuado del mundo, ha tenido su base de operaciones en una isla artificial cerca del aeropuerto de la ciudad japonesa de Kobe. La iniciativa cuenta con el apoyo de los gobiernos de Japón y Australia y está liderada por un consorcio de siete empresa niponas con Kawasaki Heavy Industries al frente, que busca replicar con el hidrógeno su éxito como constructor de cargueros de gas natural licuado.
Japón es uno de los países que ha apostado por el hidrógeno en su estrategia energética para reducir las emisiones contaminantes. El país nipón espera que este gas, que no emite dióxido de carbono cuando se quema, represente en torno al 1 % de la generación energética del territorio para 2030 y aumente en años posteriores.
El hidrógeno utilizado en este proyecto se produce a partir de lignito, un tipo de carbón, extraído en Australia. El hidrógeno obtenido es licuado y transportado en el Suiso Frontier hasta Japón. Las primeras pruebas de transporte comenzaron en junio y el navío recorrió exitosamente los 9.000 kilómetros de distancia durante 16 días hasta descargar el hidrógeno en Kobe.
El Suiso Frontier tiene actualmente capacidad para 1.250 metros cúbicos de hidrógeno, pero ya se está trabajando en un carguero de mayores dimensiones que cuente con cuatro tanques, en lugar de uno, y permita multiplicar esa cantidad hasta 160.000 metros cúbicos.
Las pruebas seguirán desarrollándose durante 2022 para comprobar la validez y seguridad de la tecnología empleada y estudiar su viabilidad de comercialización, que aspiran a comenzar en 2030.
