El responsable de Cultura de la Diputación de Cádiz, Antonio González Mellado, ha mantenido un encuentro con un grupo de expertos que trabaja con el objetivo de conseguir para las almadrabas andaluzas la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC).
El presidente de la ELA de Zahara de los Atunes, Agustín Conejo, acompañó a la delegación compuesta por los historiadores María Araceli Alonso, Antonio Aragón y Carlos Gómez, que fueron los encargados de exponer al diputado el camino ya iniciado para conseguir la declaración y los próximos pasos de su proyecto. Una parte fundamental en este proceso es la obtención del apoyo del mayor número de instituciones públicas y privadas, por lo que tienen previsto reunirse en los próximos días con distintas administraciones públicas para exponerles el proyecto, como son los casos de la Junta de Andalucía o los Ayuntamientos de los municipios que cuentan con almadrabas en la provincia: Barbate, Conil de la Frontera y Tarifa.
En este sentido, el diputado y vicepresidente de la Fundación Provincial de Cultura ha trasladado el apoyo “absoluto” de la Diputación de Cádiz al proyecto. Así, les ha emplazado a mantener el contacto para seguir de cerca la evolución del mismo.
González Mellado ha recordado que el apoyo a los sectores estratégicos es uno de los ejes fundamentales del gobierno provincial, situando no sólo al sector de la pesca, y más concretamente el de la pesca tradicional, sino también al de la cultura, en su vertiente de protección y difusión patrimonial, como esenciales para el desarrollo económico de Cádiz, al tiempo que presenta la conservación y potenciación de las cuatro almadrabas gaditanas como un elemento “unificador” para toda la provincia.
Uno de los primeros pasos que van a dar los promotores de esta iniciativa es la constitución de una asociación a través de la cual se canalizará el trabajo a realizar. Según han explicado al diputado, la declaración como BIC de las almadrabas andaluzas sería también un impulso a la candidatura de las mismas para ser incluidas en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Sobradas son las razones que podrían fundamentar esta declaración, como son la existencia de un extenso vocabulario propio, la identidad cultural de los pueblos cuya actividad económica gira en gran parte en torno a esta actividad ancestral o, en definitiva, su influencia en la forma de ser y de vivir de las personas que viven del oficio. A todo esto, añaden, hay que sumar el patrimonio material vinculado a las almadrabas, como atestiguan las ruinas de Baelo Claudia, cuya economía estaba vinculada a la pesca y el comercio del atún y las salazones, o las chancas de Conil y Barbate.
Precisamente la Diputación de Cádiz ya acordó en Pleno en el año 2015 mostrar su respaldo institucional a la declaración en defensa de la almadraba promovida ante el Parlamento Europeo, así como a su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
