La Asociación de Importadores de Productos Perecederos del Puerto de Algeciras (AIMPA) ha trasladado el malestar de los importadores comunitarios – ya que la gran mayoría de ellos tienen sociedades mixtas con los exportadores en Marruecos – las pérdidas constantes y los daños de imagen que están sufriendo algunas empresas ante las plataformas de supermercados comunitarios que comercializan sus productos, debido a los incumplimientos de entrega de productos perecederos y falta de frescura.
El colectivo ha planteado ante la Junta de Andalucía una paralización de la importaciones de estos productos o el bloqueo de los mismos, en el puerto de Algeciras hasta que se le dé algún tipo de solución al transporte de estas mercancías ya que superan bloqueadas, a la llegada del puerto de Tánger, en Marruecos, hasta 24 horas a altas temperaturas.
Según AIMPA, existen informes que trasladan algunos afectados que, a pesar de contar en el puerto de Algeciras con un puesto de inspección 24 horas, cualquier unidad con pescado fresco que no esté en puerto y su declaración sumaria activa antes de las 22:00 horas se queda sin despachar hasta el día siguiente.
Esta situación ha sido aceptada por el colectivo pero lo que no puede creer y soportar es que, en esta misma semana, se han vuelto a dar casos de que el trafico de pescado fresco perecedero llegado en la madrugada no se despacha en el transcurso de la mañana siguiente, dejándolo totalmente olvidado para el turno de tarde, llegando a ser inspeccionado incluso a las 20:00 horas, por lo que luego hay que dirigirse a Aduanas para liberar fiscalmente la mercancía que en algunos casos puede quedar para el día siguiente.
Otro casos recientes y habituales que se han dado en estas instalaciones del Punto de Inspección Fronterizo (PIF) del puerto algecireño hablan de la llegada de camiones de perecederos a las 11:10 h ,13:15 h y 13:17 h, sin que se les asigne inspector veterinario hasta transcurridas siete y ocho horas, teniendo que esperar que dicho inspector compruebe documentos e inspecciones sanitarias hasta nueve y diez horas, a pesar de no estar en plena campaña de vegetales o animal, es decir, a un ritmo de trabajo bajo o medio en cuanto a volumen de expedientes.
El colectivo de empresarios, ante esta actitud o predisposición ante estas mercancías y contribuyentes que se están viendo obligados a parar su actividad comercial por repetidas perdidas económicas en el tiempo, asegura tener temor por la situación futura, ya que la poca seriedad ante firmas muy conocidas a las que les sirven con mucha demora y falta de calidad sobre lo pactado inicialmente, les lleva a ser penalizados economicamente cada vez que se incumplen los plazos de entregas generados por las demoras en el PIF y por parte de Sanidad Exterior.