La Asociación de Empresas Estibadoras, ANESCO, ha vuelto a pedir al Gobierno un plan de actuación urgente y coordinado entre los ministerios con competencias en la materia, para intentar solucionar el problema del descenso de la actividad portuaria en Melilla.
La patronal de la estiba insiste en la grave situación en la que se encuentra el puerto melillense con una imparable caída en el tráfico de contenedores, cifrada en más del 39% entre enero y octubre de este año, respecto al mismo periodo del año anterior.
El origen de la crisis se sitúa en mayo de 2017, cuando la Delegación del Gobierno español en Melilla implantó una nueva organización en este puesto fronterizo
ANESCO recuerda que, tras la reunión mantenida el pasado 31 de octubre con Puertos del Estado en la que solicitó un plan de actuación urgente en Melilla, la situación se ha agravado con una persistente pérdida de contenedores estibados. Por ello, vuelve a instar a los ministerios con competencias en la materia a tomar medidas que impulsen de nuevo la actividad. Para la patronal de la estiba, el Ministerio de Fomento debería liderar la búsqueda de soluciones implicando tanto al Ministerio de Exteriores como al del Interior.
El origen de la crisis se sitúa en mayo de 2017, cuando la Delegación del Gobierno español en Melilla implantó una nueva organización en este puesto fronterizo. Desde esa fecha, se ha producido una importante pérdida de actividad portuaria en este enclave que se ha visto agravada tras la decisión adoptada el pasado mes de julio por el Ministerio de Economía y Finanzas del Reino de Marruecos por la que únicamente se permiten despachar para la importación las mercancías que hayan sido descargadas en el vecino puerto marroquí. Como consecuencia de esta medida unilateral se ha bloqueado la entrada de productos exportados desde Melilla hacia Marruecos.
La patronal de las empresas estibadoras urge al Gobierno a que adopte medidas ante el desvío persistente e irreversible de los tráficos comerciales desde el puerto de Melilla a los puertos marroquíes. Una situación que está acarreando una pérdida relevante de actividad empresarial en toda la cadena logística melillense, con impacto en las empresas prestadoras de servicios portuarios, transitarios y transportistas, y con la consecuente pérdida de puestos de trabajo derivados de la bajada de la actividad comercial del puerto estimada ya en casi un 50%.