Rafa Trujillo baraja su participación en el Mundial de Finn Máster de El Balís

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El regatista linense Rafa Trujillo, con uno de los mejores palmarés de la vela española en la clase Finn, con una medalla de plata olímpica en Atenas 2004, campeón de la Finn Gold Cup en Cascais y campeón del Mundial Máster en Garda; no ha descartado aún su participación en el Campeonato del Mundo Máster que se celebrará en las barcelonesas aguas de El Balís del 18 al 25 de mayo.

Trujillo, que ya sabe lo que es ganar este Mundial Máster, actualmente es el entrenador de esta clase del equipo olímpico australiano y justamente en las mismas fechas se celebra en Holanda la Medemblik Regatta, donde tiene previsto participar el equipo al que dirige.

Son muchos los motivos por los que Trujillo quiere estar en El Balís: “Después de ganar en Garda en el 2016 y perder el Mundial el año pasado en Barbados en la Medal Race, tengo una espinita clavada y me gustaría tomarme la revancha contra mi enemigo ruso, pero actualmente estoy trabajando en la Federación Australiana de Vela como entrenador del equipo olímpico y en nuestro calendario el Mundial de El Balís coincide con una regata en Medemblik”.

Aún así, a fecha de hoy, el regatista andaluz aún tiene una pequeña esperanza de estar en Sant Andreu de Llavaneres: “Ahora mismo en Medemblik no está confirmado el número mínimo de participantes para la clase Finn, y aunque es poco probable que no se llegue al final, yo tengo el barco nuevo llegando a Garda donde el mes que viene tenemos entrenamientos con el equipo australiano”.

Y para ello su plan es el siguiente: “Tengo pensado hacer de entrenador de 8 de la mañana a 5 de la tarde y de regatista de 5 a 9 de la noche y entrenar un poquito. Me estoy cuidando y manteniendo la forma por si la ventana de El Balís se abre. No se sabrá hasta el último momento”.

Además del aspecto deportivo, también está el emocional: “Me haría mucha ilusión estar en el Mundial entre otras cosas por toda la ilusión y el cariño que le está poniendo El Balís a esta regata y por la cantidad de buenos participantes que van a haber. Cuando empecé a navegar en vela olímpica, ya Josele Doreste se había pasado al Star, y me encantaría competir contra él. Contra Joaquín Blanco sí competí, pero en aquella época yo era un jovencito, y siempre me ganaba. Y claro, me gustaría tomarme la revancha y enfrentarme a los dos, aprovechando que ahora la juventud puede jugar un poco a mí favor”.

Trujillo reconoce que probablemente sea el campeonato con mayor nivel: “La verdad es que el nivel en el Finn Máster es brutal, con medallistas olímpicos, campeones del mundo, europeos; y después tenemos mucha gente que se cuida muchísimo y casi hacen campaña profesional. El equipo ruso máster va a todas las regatas internacionales desde principio de año, les ves hasta el Miami, juegan ‘sucio’ como digo yo. Todos los demás estamos trabajando para luego escaparnos para hacer el Mundial Máster y esta gente son profesionales máster, que nos van a poner el listón muy duro pero intentaremos ganar en casa”.

A Rafa Trujillo le encantaría que estuvieran los cuatro mejores regatistas españoles de la historia: “Yo tengo mi plan B, en caso de no poder ir, mi maestro José María Van der Ploeg sabe que tiene mi barco a su disposición y esperemos que cambiemos los tres campeones del mundo españoles por los dos medallistas de oro, que también sería increíble. Para tener el cuarteto, los tres mosqueteros y Dartagnan, necesitamos a José María a bordo y esperemos que se anime”.

Sobre esta clase olímpica tan longeva explica que: “El Finn ha evolucionado mucho en los últimos diez años. Josele y Joaquín también como José María dijeron que no volverían pero han probado la evolución del material, de la clase y el rango de los vientos. Ellos tienen el recuerdo del Finn antiguo con recorridos grandes y muchísimo viento, y El Balis es un sitio maravilloso para el nivel máster. Además hay que recordar que en esta categoría con más de 20 nudos no se navega. El Finn de ahora surfea todas las olas cuando en Pusan se hundía. Palos de carbono, velas de poliestar o kevlar, 10 kilos menos y formas más modernas hacen que sea el barco que más ha evolucionado en la vela olímpica actual”.