Las nuevas inversiones de Acerinox, con las máximas exigencias en tecnología y competitividad del mundo

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La nueva línea de recocido y decapado AP-5 de Acerinox Europa produjo este pasado miércoles su primera bobina, uniéndose a la capacidad productiva de la planta con los más avanzados sistemas tecnológicos disponibles en el mundo y un nivel de competitividad que genera nuevos estándares de calidad. Con ella, Acerinox fabricará un producto de mayor  valor añadido, calidad y fiabilidad e incrementará su productividad y capacidad de laminación en frío.

Este nuevo equipo permitirá también ofrecer a los clientes finales espesores más finos, con ancho 1.500 mm, ampliando así la gama de productos.

Acerinox Europa aumentará así su capacidad y logrará una reducción de los costes de producción, con descensos en las partidas de mantenimiento y de suministros y consumibles. Además, la planta dispondrá de una mayor flexibilidad de cambio en la producción e incrementará aún más su agilidad para adaptarse a las condiciones de mercado, al tiempo que reducirá costes y emisiones ambientales.

Por todo ello, Acerinox incrementará sus  márgenes de venta del acero inoxidable producido en la nueva línea AP-5, lo que supondrá una nueva oportunidad  de mercado para la compañía.  

Con estas nuevas líneas, dotadas de la más potente tecnología, Acerinox “experimenta un salto cualitativo muy importante en su proceso de fabricación y ofrece a sus clientes productos con un nivel de calidad aún mayor, lo que nos permite reforzar nuestra posición como el proveedor más global y eficiente de un producto con gran futuro, el acero inoxidable”, tal y como señala su Consejero Delegado, Bernardo Velázquez.

PLAN ESTRATÉGICO. El pasado verano se puso en marcha la línea de corte longitudinal SL-9, a principios de marzo comenzó el proceso de laminación en la nueva línea ZM-7 y ahora se completa la inversión, de 140 millones de euros, con la puesta en marcha de la línea de recocido y decapado.

La instalación de todos estos nuevos equipos se enmarca en el Plan Estratégico de Acerinox 2016- 2020 en el que se prioriza inversiones de rápido retorno (cinco años en el caso de la nueva línea AP5) así como la excelencia operativa, la máxima utilización de la capacidad y la solidez financiera.