El puerto de Algeciras recobra la normalidad total tras la desconvocatoria de los paros en la estiba

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En el puerto de Algeciras muchos han recobrado la sonrisa, después de que a primera hora de la tarde del martes se anunciase el preacuerdo suscrito entre las dos principales operadoras navieras (APMT y TTIA) y los sindicatos de la estiba para abrir un periodo de negociación del V Acuerdo Marco, a cambio del restablecimiento de la estabilidad y la paz social en los muelles.

El documento, adelantado por El Estrecho Digital, ha servido para devolver la tranquilidad a los muelles, cuyos perjuicios por los meses de huelga en el sector de la estiba empezarán a cuantificarse,  a pesar de que ya se hizo una primera estimación por parte de las compañías que cifró en 12 millones de euros cada día de paro en horas alternas y 55 millones en cada jornada de paro completo.

Ahora, sindicatos y empresas deberán aplicarse para, tal y como se han comprometido, poder cerrar un acuerdo definitivo que contemple la demandada subrogación de los trabajadores y la ansiada reducción de las retribuciones por parte de las empresas. Además, éstas se ven obligadas a reconstruir el principal daño colateral de esta crisis: la voz única en la patronal del sector.

Tras la firma del preacuerdo por parte de las principales empresas, Anesco queda en un incómodo lugar que le obliga a subirse a la propuesta o, de lo contrario, podría perder a las empresas que han secundado el documento que podrían formar una nueva patronal.

El documento refrendado este martes por las principales operadoras de la estiba en los puertos de Algeciras, Barcelona y Valencia contempla la garantía en el empleo al 100% de los trabajadores actuales de las SAGEP y, en relación a la mejora operativa de los puertos, los sindicatos ratifican las condiciones establecidas en el documento de 29 de marzo, respecto a la organización del trabajo y el sistema de modificación y establecimiento de las condiciones de trabajo en los puertos. Un punto de partida sobre el que se empieza a trabajar, una vez que los informes jurídicos encargados por las propias terminales dejaron claro que, en principio, no existe irregularidad alguna que pueda afectar a la sentencia del Tribunal de Luxemburgo de diciembre de 2014, origen de todo el conflicto.