Querella contra cuatro personas por pescar y comercializar un tiburón en Nerja

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La Fiscalía de Medio Ambiente en Málaga va a presentar una querella contra cuatro personas por la captura en la localidad malagueña de Nerja y posterior comercialización de la carne de un tiburón zorro, especie que se encuentra protegida según distintas normativas. El ministerio público considera que los hechos podrían ser un delito relativo a la protección de la fauna.

Los hechos sucedieron a finales de octubre de 2016 y la investigación ha sido realizada por el equipo del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, con la colaboración con la Fiscalía de Medio Ambiente, que ahora va a pedir que se abra una causa en los juzgados de Torrox y se practique una serie de diligencias de instrucción.

Según dichas pesquisas, han indicado fuentes judiciales, uno de los investigados, patrón de una embarcación de pesca supuestamente no autorizada para faenar, salió con otro hombre, capturando en sus redes un tiburón zorro de unos 400 kilos, sabiendo «de la prohibición de captura de ejemplares de dicha especie y del régimen estricto de protección».

Asimismo, los otros dos hombres contra los que se dirije la querella, responsables de dos restaurantes, eran, según las fuentes, «igualmente conscientes» de dichas prohibiciones cuando adquirieron distintas cantidades de carne del tiburón capturado que ofrecieron en sus respectivos establecimientos para su consumo.

Esta especie parece protegida por diferentes disposiciones, tanto nacionales como internacionales, como son la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN o la Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (Cites), estando, por tanto, totalmente prohibida su pesca, desembarque y comercialización.

La Guardia Civil informó esta semana que en la investigación se obtuvieron informes de distintas administraciones en los que quedaba patente «los graves riesgos derivados de la incorrecta refrigeración y manipulación de los productos de pesca, en especial de determinas especies como el tiburón zorro», pues una contaminación externa «podría transmitir a los consumidores diferentes enfermedades como hepatitis A, entre otras».

Así, recomendaron a profesionales y particulares realizar la compra de productos perecederos «en lugares y establecimientos autorizados y que cumplan con todas las garantías establecidas, para poder ofrecer al consumidor final, no solo un producto de calidad, sino una trazabilidad completa de dicha mercancía, que garantice que en la conservación y manipulación se han seguido todos los procesos higiénico-sanitarios».