La organización había preparado una cancha de tenis temporal en el mismo puente, donde Graf y Garcia, primero solas y luego acompañadas de dos jugadoras chinas, improvisaron un par de partidillos, en los que no evitaran que alguna pelota cayera a aguas del Mar de China Meridional.
El puente, una de las infraestructuras más ambiciosas que lleva a cabo China, tendrá unos 50 kilómetros, aunque la distancia combina túneles y estructuras sobre la tierra, por lo que habrá que esperar a su inauguración, prevista para finales de 2017, para ver si es homologado como el mayor del mundo sobre el océano.
Hasta ahora el puente más largo sobre el mar, también en China, une los dos extremos de la bahía de Hangzhou (este del país) y mide 35 kilómetros.
Además, el mayor puente del mundo sobre tierra es el paso elevado Dayang-Kunshan, de 164 kilómetros (parte de la línea de alta velocidad ferroviaria entre Pekín y Shanghái), mientras que el más largo sobre el agua es la calzada del lago Pontchartrain, en Luisiana (sur de EEUU), de 38 kilómetros.
Steffi Graf, de 47 años y casada con otro mito del tenis mundial, el estadounidense Andre Agassi, fue número uno de la clasificación WTA durante 377 semanas, una marca que aún no ha batido ningún jugador en el circuito masculino o femenino.
En 1988 consiguió ganar los cuatro títulos de Grand Slam y el oro olímpico, una proeza que hasta ahora nadie ha logrado en el tenis profesional.
