El inicio de la Cumbre de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que ha arrancado este jueves en Eslovenia, ha servido para recordar que son cientos de miles de ballenas y delfines muertos cada año al ser atrapados accidentalmente en redes de pesca, por lo que desde WWF instan a que se tomen medidas para disminuir la grave amenaza que representa la captura accidental.
Aunque gran parte de la atención se centrará en el programa ‘científico’ ilegítimo de Japón de caza de ballenas en el Océano Antártico, participantes de más de 80 países tendrán también otros temas críticos para debatir, incluyendo una propuesta de la CBI para poner en marcha iniciativas globales para reducir las capturas accidentales, que matan al menos a 300.000 ballenas, delfines y marsopas – todos conocidos como cetáceos – cada año.
La captura accidental ha sido determinante en la reciente extinción del delfín del río Yangtze en China, y es la mayor amenaza para la ballena franca glacial del Atlántico Norte en peligro de extinción y la ballena jorobada del Mar de Arabia, así como la vaquita, en peligro crítico en México, el delfín de Maui y los delfines de Héctor o cabeza blanca de Nueva Zelanda, marsopas del Báltico, y muchas especies de delfines de río.
«Por mucho que no se puede permitir que Japón continúe sus operaciones de caza ilegal, la CBI no puede seguir evitando hacer frente a la principal causa de muerte de los cetáceos: la captura accidental», dijo Aimee Leslie, líder del programa de cetáceos de WWF. «Innumerables cetáceos pueden salvarse cada año si la CBI asume el liderazgo y ayuda a los países a adoptar medidas eficaces para mitigar la captura accidental, tanto en aguas nacionales como internacionales», añade.
«Los países que buscan un permiso para matar ballenas en nombre de la ciencia no deberían formar parte del proceso de revisión de la CBI», afirma Luis Suárez, responsable de especies de WWF España. «En el futuro, la investigación nunca debería realizarse a través de métodos no letales y, es inadmisible que se sigan matando ballenas en el nombre de la ciencia».
Los gobiernos reunidos en Eslovenia también tendrán la oportunidad de crear una gran área protegida nueva que estaría fuera del alcance de la caza de ballenas, el Santuario de Ballenas del Atlántico Sur. Esta es la primera vez que una propuesta de santuario de la CBI incluye un plan de gestión.
