Rafael Roselló Cuervas-Mons, capitán de la Marina Mercante, ha pedido a la Autoridad de la Competencia que no permita la venta de la Compañía Trasmediterránea al grupo de Naviera Armas, reservándose el derecho a iniciar acciones legales por si fuese constitutivo de un posible proyecto de quiebrafraudulenta.
Así lo ha denunciado, este particular, que durante años ha trabajado en el sector y en la compañía pública al considerar que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia debe emitir un pronunciamiento al respecto, a raíz de la denuncia interpuesta por la mencionada operación, con fecha 28 de diciembre del 2017
Según el denunciante, la adquisición de Trasmediterránea por parte de Armas provocaría una situación de monopolio en las líneas de Nador, Melilla y Canarias, así como en la actividad logística de Canarias y debido a que dichas rutas son consideradas de interés general, considera que la posible situación de monopolio sería absolutamente insostenible .
Al margen de estos razonamientos que harían inviable esta adquisición, Roselló considera que si se llegase a producir esta venta y, por cualquier circunstancia el proyecto fuese a la quiebra, se produciría un “estado de orfandad” en una serie de rutas de interés general que provocaría, por un lado, un absoluto monopolio de la naviera Balearia y por otro, y aún más grave, un serio peligro de supervivencia del cabotaje nacional y por ende del futuro de la marina mercante española. Al menos, así lo explica el denunciante en el documento tramitado ante la CNMC.
Rafael Roselló considera, además, que hay indicios de que la situación financiera de Armas “no es de la solidez suficiente para enfrentarse a una adquisición de esta envergadura, con lo que se convierte en una operación de alto riesgo con más probabilidades de acabar en una quiebra que de ofrecer una alternativa a las necesidades del Grupo Acciona que prácticamente califican a la centenaria Compañía Trasmediterránea como un Activo Tóxico”.