El Puerto de Málaga ha registrado un movimiento total de 4,5 millones de toneladas, destacando especialmente el tráfico de contenedores, que ha crecido un 730,8% hasta alcanzar los 2,5 millones de toneladas. Este incremento ha sido posible gracias a la consolidación de cinco líneas que operan en la importación, exportación y tránsito de mercancía contenerizada.
En este sentido, Carlos Rubio ha señalado que “el crecimiento de las exportaciones, con un aumento del 30%, demuestra la confianza de las empresas del entorno en el puerto como plataforma de comercio internacional”.
Otro tráfico en ascenso ha sido el de importación de vehículos nuevos, que ha alcanzado un récord con 86.466 unidades, un 31% más que en 2023. Málaga se ha consolidado como un hub de referencia en este sector, con conexiones clave con Marruecos, Japón, Turquía y el norte de Europa.
Los graneles también han mantenido su relevancia en la actividad portuaria. En graneles sólidos, se han movido 1,2 millones de toneladas, destacando los productos agroalimentarios y el clínker. En graneles líquidos, el tráfico ha alcanzado las 112.859 toneladas, con la exportación de aceite de oliva creciendo un 20%.
Por su parte, la conexión entre Málaga y Melilla ha cerrado el año con un movimiento de 362.733 pasajeros (+3,1%) y 81.148 vehículos (+7,9%). En cuanto al turismo de cruceros, pese a los efectos de los temporales y el conflicto en Gaza, el puerto ha mantenido una afluencia cercana a los 500.000 pasajeros.
El Puerto de Málaga ha registrado ingresos de explotación de 20,4 millones de euros, con un resultado final de 3 millones de euros, la cifra más alta desde 1999, cuando inició la diversificación de tráficos tras la pérdida del petróleo.
Carlos Rubio ha indicado que “la diversificación de tráficos permite afrontar las crisis con mayor estabilidad, gracias a la combinación de distintas áreas de negocio como la náutica recreativa y las líneas regulares con el norte de África”.
En el ámbito tecnológico, 2024 ha supuesto un avance para la Autoridad Portuaria con la implantación del sistema de gestión portuaria Port Community System (PCS), diseñado para automatizar los procesos administrativos, supervisar operaciones y agilizar la comunicación entre los distintos actores del puerto.
En materia ambiental, el puerto ha continuado con su estrategia de sostenibilidad. A finales de 2024, la empresa Ecolmare ha comenzado a operar con la embarcación híbrida ‘EcoPelicanTres’, que reduce en más del 90% las emisiones de carbono. Málaga y Barcelona son los primeros puertos en incorporar este tipo de tecnología para preservar la calidad del agua.
Asimismo, los sensores ambientales han indicado que la calidad del aire ha sido calificada como buena o muy buena durante el 95% de los días del año. Además, la Autoridad Portuaria ha reducido prácticamente a cero la huella de carbono en consumo de combustibles y climatización, mientras que el 25% de su electricidad proviene de instalaciones fotovoltaicas.
Por último, el organismo está avanzando en el proyecto de electrificación de los muelles, que permitirá la creación de una subestación para suministrar energía a los buques.
Todas estas iniciativas forman parte del Plan Estratégico 2024-2030, orientado a consolidar la transición sostenible de la actividad portuaria en Málaga.