Hapag-Lloyd ha anunciado que utilizará financiación verde para la construcción de 24 buques portacontenedores de gran tamaño, encargados en octubre de 2024. Estas nuevas embarcaciones, que tendrán una capacidad total de 312.000 TEUs, supondrán una inversión de aproximadamente 4.000 millones de euros. La naviera ha estructurado la financiación a través de diversas fuentes, cubriendo aproximadamente el 80% del costo total.
Del monto total de inversión, unos 900 millones provendrán de fondos propios de la compañía, mientras que 500 millones serán aportados a través de préstamos hipotecarios bilaterales concedidos por dos entidades financieras. Además, unos 1.800 millones de euros se financiarán mediante tres estructuras de arrendamiento y 1.100 millones a través de un crédito sindicado respaldado por la China Export & Credit Insurance Corporation (Sinosure). Los plazos de amortización de estos préstamos oscilarán entre 10 y 18 años.
La operación se enmarca en el Green Financing Framework de Hapag-Lloyd, alineado con los Green Loan Principles de la Loan Market Association (LMA), lo que ha sido verificado por la sociedad de clasificación DNV. Esta certificación avala tanto la eficiencia de los buques como su cumplimiento con la Taxonomía de la Unión Europea en materia de sostenibilidad.
Mark Frese, director financiero y de compras de Hapag-Lloyd, ha destacado que la compañía continúa modernizando su flota con el objetivo de ofrecer un servicio de alta calidad y alcanzar sus metas de descarbonización. Ha subrayado, además, la creciente importancia del financiamiento verde dentro del sector marítimo y la relevancia de esta operación, que permitirá a Hapag-Lloyd financiar proyectos en China por primera vez con la transacción respaldada por Sinosure.
El compromiso de la naviera con la sostenibilidad está alineado con el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo de París. En este sentido, la compañía planea reducir en un 30% las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero de su flota para 2030, en comparación con los niveles de 2022, con la meta de alcanzar operaciones con emisiones netas cero en 2045.
Los nuevos buques, que serán construidos en China, estarán equipados con motores de gas licuado de alta presión de última generación, diseñados para reducir las emisiones y operar con combustibles alternativos. Estas embarcaciones podrán utilizar biometano, lo que permitirá disminuir hasta en un 95% las emisiones de CO₂e en comparación con los sistemas de propulsión convencionales. Además, los buques serán ammonia-ready, lo que significa que podrán ser adaptados en el futuro para funcionar con amoníaco como combustible.
La entrega de estos 24 buques está prevista entre 2027 y 2029, consolidando así la apuesta de Hapag-Lloyd por la sostenibilidad y la transición hacia una industria naviera más ecológica.