El presidente de la Autoridad del Canal de Suez (SCA), Osama Rabie, ha mantenido una reunión con altos ejecutivos del grupo naviero AP Moller-Maersk, en la que ha señalado que existen indicios de estabilidad en el Mar Rojo y ha instado a la compañía a considerar estos factores en sus decisiones sobre las actuales rutas marítimas que rodean al Cabo de Buena Esperanza.
Durante el encuentro, Rabie ha subrayado la importancia de evaluar los indicadores positivos en la región al planificar los itinerarios de los buques en los próximos meses. «Buscamos tener en cuenta los signos de estabilidad observados en la región del Mar Rojo al planificar los cronogramas marítimos en el futuro», ha afirmado el responsable del canal.
Desde el inicio de la crisis en la zona, diversas compañías navieras han optado por desviar sus embarcaciones alrededor del sur de África para evitar posibles ataques del grupo hutí de Yemen, respaldado por Irán. Esta situación ha tenido un impacto económico significativo en Egipto, cuyo presidente, Abdel Fattah al-Sisi, ha cifrado en aproximadamente 7.000 millones de dólares las pérdidas de ingresos del Canal de Suez en 2024 debido a la reducción del tráfico marítimo.
A pesar de los llamamientos de la SCA, Maersk ha reiterado recientemente que continuará desviando sus buques lejos del Golfo de Adén y el Mar Rojo, en dirección al Cabo de Buena Esperanza. La compañía ha adoptado esta medida incluso después de que los hutíes anunciaran una reducción en sus ataques contra barcos comerciales.
Desde noviembre de 2023, los hutíes han llevado a cabo más de 100 ataques contra embarcaciones en la región, causando el hundimiento de dos barcos, la captura de otro y la muerte de al menos cuatro marinos. Ante este panorama, las navieras continúan evaluando los riesgos antes de reanudar operaciones en las rutas tradicionales a través del Canal de Suez.