El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha establecido una veda espaciotemporal de 60 días consecutivos, del 31 de enero al 31 de marzo de cada año, que prohíbe la pesca de besugo o voraz (Pagellus bogaraveo) en el entorno de la isla de Alborán y en las aguas exteriores del área del Estrecho de Gibraltar. Esta restricción afecta a los buques españoles que utilicen artes de palangre, voracera y líneas de mano, así como a la pesca recreativa y deportiva con caña y líneas de mano en la zona comprendida entre Punta Camarinal y Punta Europa, en la provincia de Cádiz. La medida ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y responde a la necesidad de proteger las poblaciones de esta especie en áreas clave de su distribución.
Según ha informado el Ministerio en un comunicado, esta veda tiene como objetivo contribuir a la recuperación del besugo en el Mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar, donde los últimos informes científicos indican un estado de sobreexplotación y agotamiento del stock. Dichos dictámenes han sido presentados ante el comité científico asesor de la pesca de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM), que ha advertido sobre la necesidad de aplicar medidas correctoras para garantizar la sostenibilidad de la especie.
Asimismo, la prohibición se enmarca en la normativa europea para la gestión de los recursos pesqueros en el Mediterráneo. En concreto, la veda se ajusta a las medidas establecidas en el reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo que fija para 2025 las posibilidades de pesca para determinadas poblaciones y grupos de poblaciones en el Mediterráneo y el mar Negro. Con su implementación, España busca cumplir con sus compromisos internacionales en materia pesquera y contribuir a una explotación más sostenible de los recursos marinos.
El Ministerio ha subrayado que esta decisión forma parte de su estrategia de gestión responsable de los caladeros nacionales, alineada con la política pesquera común de la Unión Europea. Las autoridades han señalado que la veda será supervisada para garantizar su cumplimiento y evaluar su impacto en la recuperación del besugo en las áreas afectadas.