El Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) ha iniciado la primera campaña oceanográfica de 2025 dentro del programa de monitorización medioambiental RADMED, activo desde julio de 2007 con muestreos estacionales cuatro veces al año. La expedición, que se extenderá durante 24 días a bordo del buque oceanográfico Francisco de Paula Navarro, recorrerá el litoral español desde Barcelona hasta Málaga, incluyendo las Islas Baleares, con el objetivo de analizar el estado ambiental del Mediterráneo y los efectos del cambio global en sus ecosistemas.
La campaña, en la que participan científicos de los centros oceanográficos de Baleares y Málaga, realiza una toma de datos multidisciplinar para medir variables físicas, químicas y biológicas. Para optimizar los medios disponibles, se han establecido secciones estratégicas en la plataforma y el talud continental, así como en los canales de las Islas Baleares y el golfo de Valencia. En estos puntos fijos, se lleva a cabo un muestreo sistemático que incluye parámetros como la temperatura, la salinidad, el oxígeno disuelto, la clorofila, los nutrientes y la composición y abundancia del fitoplancton y zooplancton.
Uno de los focos de esta expedición es el estudio de las aguas profundas en el Mediterráneo. Se realizarán caracterizaciones hidrográficas en el noreste de Menorca y en el mar de Alborán, alcanzando profundidades superiores a los 2.500 metros. La investigadora Rosa Balbín ha explicado que, debido a la rápida dinámica de formación de aguas profundas en el Mediterráneo y su relevancia para el clima y los ecosistemas, es fundamental un seguimiento más frecuente que en el Atlántico. Para ello, se realizarán dos radiales a gran profundidad y se desplegarán equipos oceanográficos permanentes en el marco del programa HYDROCHANGES, de la Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mediterráneo, iniciativa en la que el IEO participa desde 1997.
Además, la campaña prevé la instalación de un sistema acústico pasivo en la costa de El Garraf, en Barcelona, con el fin de monitorizar el nivel de presión sonora en esta zona de especial interés para la conservación marina. Esta región se encuentra dentro del área de influencia del Corredor Mediterráneo de Cetáceos. En la edición anterior de RADMED, celebrada en otoño, se instaló un dispositivo similar en la zona de El Seco de Los Olivos, en Almería.
El programa RADMED contribuye a cumplir con las obligaciones de la Directiva Marco sobre Estrategia Marina de la Unión Europea (Directiva 2008/56/CE), cuyo objetivo es garantizar el buen estado ambiental de los mares y sus ecosistemas mediante indicadores que reflejen posibles impactos antropogénicos en el medio marino. La coordinadora del programa, Francina Moya, ha señalado que estas campañas permiten ampliar los bancos de datos, caracterizar el estado medioambiental marino, establecer climatologías oceánicas y analizar tendencias y anomalías relacionadas con el calentamiento global y el cambio climático.
El programa RADMED, financiado por el IEO y el Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) de la Unión Europea, es resultado de la integración de diversos proyectos iniciados en 1992. Gracias a esta iniciativa, se ha obtenido una serie histórica de datos de más de tres décadas que permite evaluar la evolución climática del Mediterráneo y los efectos del cambio global en sus ecosistemas.
En esta edición, el IEO colabora con dos proyectos externos. Por un lado, el proyecto EBAMAR-PortoC, liderado por el IMEDEA-CSIC, que busca integrar la nueva Estación Internacional de Investigación Costera de Portocolom en la red de estaciones de Baleares. Por otro lado, el proyecto GLADIATOR, de la Universidad de Barcelona, que estudia los flujos de agua en el norte de Menorca para analizar su impacto en la circulación del Mediterráneo occidental.