A.P. Moller – Maersk ha decidido continuar desviando sus buques por el Cabo de Buena Esperanza debido a los persistentes riesgos de seguridad en el mar Rojo y el estrecho de Bab el-Mandeb. A pesar del reciente alto el fuego entre Israel y Hamás y del anuncio de los rebeldes hutíes de cesar sus ataques en la región mientras avanzan las negociaciones de paz, la naviera ha señalado que la previsibilidad de la situación sigue siendo incierta.
En un comunicado dirigido a sus clientes, Maersk ha indicado que «el proceso para poner fin al conflicto actual entre Israel y Hamás depende de una hoja de ruta en varias fases, y por lo tanto, la previsibilidad de la situación sigue siendo un desafío complejo. Además, debido a las tensiones continuas en la región, el riesgo de seguridad para los buques comerciales que transitan el mar Rojo y el estrecho de Bab el-Mandeb sigue siendo elevado».
La compañía ha reiterado que «la seguridad de nuestra tripulación, buques y su carga es nuestra máxima prioridad», por lo que seguirá operando a través de la ruta del Cabo de Buena Esperanza «hasta que se garantice un paso seguro a largo plazo por la zona». Asimismo, ha advertido que un regreso prematuro al mar Rojo podría generar nuevos ajustes en su red de servicios, lo que representaría un desafío operativo y logístico para la gestión de la cadena de suministro.
La decisión de Maersk está alineada con su estrategia para la Cooperación Geminis y la red East-West, cuyo lanzamiento está previsto para febrero y que continuará utilizando el Cabo de Buena Esperanza como principal vía de navegación.
«Les mantendremos informados de cualquier novedad lo antes posible. Cuando se considere seguro regresar al mar Rojo, nos esforzaremos por proporcionar un aviso suficiente sobre los cambios en la red para que puedan planificar sus operaciones en consecuencia», ha indicado la naviera en su comunicado.
CMA CGM mantiene su apuesta por el Cabo de Buena Esperanza
En la misma línea, la naviera francesa CMA CGM ha confirmado que seguirá utilizando el Cabo de Buena Esperanza para sus principales rutas Este-Oeste, estrategia que aplicará «a la mayoría de nuestra red». No obstante, ha dejado abierta la posibilidad de realizar «ajustes caso por caso según la seguridad y las condiciones operativas globales».
El reciente acuerdo de alto el fuego y la decisión de los rebeldes hutíes de atacar únicamente buques con vínculos directos con Israel no han modificado los planes de las grandes navieras. CMA CGM ha reafirmado su decisión de evitar el mar Rojo y el Canal de Suez como parte de sus itinerarios principales.
Desde la compañía han señalado que el alto el fuego «permite la ayuda humanitaria y la esperanza de paz», así como un «progreso hacia una mayor estabilidad», aunque han calificado la situación como una «señal positiva pero frágil» para la industria global de transporte y logística.
«La seguridad de nuestros marineros, buques y la carga de nuestros clientes sigue siendo la máxima prioridad del Grupo CMA CGM», ha asegurado la naviera en un comunicado. Por ello, «dadas las tensiones actuales y los riesgos asociados para los buques comerciales en ciertas áreas, CMA CGM continuará por el momento priorizando rutas alternativas, incluida una dependencia significativa del paso por el Cabo de Buena Esperanza».
Con esta decisión, la compañía se suma a otras grandes navieras que han optado por evitar el mar Rojo hasta que las condiciones de seguridad mejoren de manera sostenida. Sin embargo, la empresa no descarta «ajustes caso por caso según la seguridad y las condiciones operativas globales».