El Centro Portuario de Empleo (CPE) de Algeciras incorporará a 460 trabajadores fijos discontinuos a su plantilla, en virtud de un acuerdo alcanzado para reorganizar la estructura laboral del sector. Esta medida, que se llevará a cabo entre el 31 de enero y el 28 de febrero de 2025, tiene como objetivo garantizar la estabilidad operativa en el puerto, facilitar el relevo generacional y responder a las crecientes necesidades de servicio en la manipulación de mercancías.
Actualmente, el CPE gestiona una plantilla de aproximadamente 1.600 estibadores que prestan servicio a las empresas que operan en el puerto. Con la incorporación de estos 460 empleados, la cifra total de trabajadores alcanzará temporalmente los 2.060 efectivos. Sin embargo, este número se ajustará en función del plan de jubilaciones previsto, que busca equilibrar la estructura de personal manteniendo una operativa eficiente.
El plan de reposición de trabajadores responde a un fenómeno cíclico en el puerto de Algeciras. A partir de los años 80, el crecimiento del tráfico portuario motivó la contratación masiva de trabajadores jóvenes, lo que ha derivado, tres décadas después, en un número significativo de jubilaciones. Para garantizar la continuidad del servicio, el acuerdo establece un mecanismo de sustitución de aquellos trabajadores que alcancen la edad de jubilación ordinaria con derecho al 100 % de la pensión. Con ello, se pretende mantener los niveles de productividad, seguridad y profesionalización en la estiba, asegurando que la plantilla disponga de personal especializado en número y capacitación suficiente para atender la demanda del puerto.
El proceso de incorporación sigue el modelo de integración que ya se ha aplicado en ocasiones anteriores en Algeciras. Los trabajadores que pasarán a formar parte del CPE han estado desempeñando sus funciones a través de una bolsa de empleo gestionada por Adecco. Su integración en la plantilla portuaria supone la absorción de empleados eventuales dentro de una estructura más estable, garantizando su continuidad laboral dentro del sector. En el pasado, situaciones similares se produjeron en 2012 y 2013, cuando grupos de 420 y 350 trabajadores, respectivamente, fueron absorbidos por la entonces SAGEP.
Para completar su incorporación, los trabajadores deberán presentar la documentación exigida en el artículo 32 del V Acuerdo Marco, entre la que se incluye el carné C-1, habilitante para la conducción de vehículos de hasta 7.500 kilos. Aquellos que no dispongan de esta acreditación al momento de la integración tendrán un plazo de un año para obtenerla, con la gestión y financiación a cargo del CPE. Durante este periodo, podrán desempeñar tareas comerciales y prestar servicio en momentos de alta demanda. Sin embargo, si transcurrido el año no han obtenido la certificación, dejarán de rotar con los trabajadores indefinidos a tiempo completo y pasarán a desempeñar exclusivamente funciones comerciales.
Además de este requisito, los empleados deberán superar pruebas psicotécnicas y médicas antes de su integración en el CPE. También deberán presentar la baja en la empresa en la que estuvieran prestando servicio previamente, garantizando que la transición se realice de manera ordenada.
El acuerdo establece que, mientras mantengan su condición de fijos discontinuos, los trabajadores estarán sujetos a ciertas condiciones específicas. Durante este periodo, ni el CPE ni los empleados realizarán aportaciones a la Fundación FAASPA, por lo que no serán beneficiarios de sus prestaciones. No obstante, el CPE asumirá el coste del seguro de vida y accidentes para estos trabajadores, asegurando una cobertura similar a la del resto de la plantilla. Asimismo, hasta su conversión en fijos ordinarios, no generarán fondos de previsión, complementos económicos por enfermedad o accidente, ni acumularán inactividades de producción.
En el ámbito salarial, se mantendrán las tablas retributivas vigentes para los servicios comerciales, asegurando que las cantidades reflejadas en las nóminas de los trabajadores incorporados no sufran modificaciones. Del mismo modo, se aplicará el régimen disciplinario ya vigente en el CPE, manteniendo así la uniformidad en las condiciones laborales de toda la plantilla.
El sistema de rotación de personal se mantendrá en línea con el modelo utilizado en la empresa de origen de estos empleados. Con ello, se garantizará la cobertura operativa tanto en las labores comerciales como en los picos de actividad del servicio público, asegurando una gestión eficiente de los recursos humanos.
Para supervisar la correcta ejecución del plan, se creará una comisión de seguimiento que evaluará el progreso de los trabajadores en la obtención de sus certificaciones y su adaptación a la operativa del CPE. Este órgano se encargará de garantizar que el proceso de integración se desarrolle conforme a lo previsto, asegurando que los nuevos empleados reciban la formación necesaria para su eventual conversión en fijos ordinarios.