DFDS ha revisado a la baja sus objetivos financieros para 2026-2027 debido a las dificultades en su negocio de ferris en el Mediterráneo y a los retos derivados de la integración de su reciente adquisición, Ekol Logistics. La compañía ha señalado que sus perspectivas económicas para los próximos años se han visto afectadas por la creciente competencia en el mercado turco de transporte Ro-Ro y por el impacto financiero de su expansión logística en la región.
En la presentación de sus resultados preliminares de 2024 y su proyección para 2025, DFDS ha confirmado que sus metas previas ya no son aplicables. La compañía publicará su informe anual en febrero, donde se espera que detalle con mayor precisión los factores que han motivado estos ajustes.
En 2024, DFDS ha registrado un incremento del 9,0% en sus ingresos, alcanzando los 29.800 millones de coronas danesas (DKK), dentro de la horquilla de crecimiento estimada del 8-10%. Sin embargo, su beneficio operativo (EBIT) se ha situado en 1.500 millones de DKK, en el límite inferior de su previsión de 1.500-1.700 millones. Además, su flujo de caja libre ajustado ha sido de 1.000 millones de DKK, por debajo de los 1.200 millones esperados.
Para 2025, la compañía prevé un resultado más débil, con un EBIT estimado de aproximadamente 1.000 millones de DKK. Entre los factores que han llevado a esta previsión, DFDS ha señalado la fuerte competencia en el mercado turco de transporte marítimo, especialmente con la expansión del Grupo Grimaldi, y el impacto financiero de la adquisición de Ekol Logistics, cuya rentabilidad aún no ha alcanzado las expectativas iniciales.
DFDS cerró en noviembre de 2024 la compra de la red de transporte internacional de Ekol Logistics, que conecta Turquía con Europa. Sin embargo, esta operación ha coincidido con la entrada en servicio de una nueva ruta de ferris del Grupo Grimaldi entre Italia y Turquía en septiembre de 2024. La conexión, que enlaza Trieste con Ambarli, es operada por los buques híbridos Eco Mediterranea y Eco Malta, parte de la flota GG5G del grupo italiano.
El CEO de DFDS, Torben Carlsen, ha recordado que la compañía había previsto inicialmente alcanzar un retorno sobre el capital invertido (ROIC) del 10% en 2027, generar 1.500 millones de DKK de flujo de caja libre ajustado anualmente y reducir su apalancamiento financiero a 2,5 en 2026. Sin embargo, las condiciones del mercado y la evolución de su negocio han obligado a replantear estos objetivos.
El impacto combinado de la adquisición de Ekol y la competencia de Grimaldi se estima entre 500 y 750 millones de DKK (70-104 millones de dólares) en 2025. Además, la integración de la división Turquía & Europa Sur, anteriormente parte de Ekol International Transport, dentro de la unidad de Logística de DFDS, afectará negativamente al EBIT el próximo año. La compañía espera que esta unidad alcance el punto de equilibrio financiero a finales de 2025.
A pesar de estos desafíos, DFDS confía en su capacidad para mejorar la rentabilidad en mercados con alta competencia. Carlsen ha señalado que la empresa ha conseguido estabilizar su negocio en el Canal de la Mancha pese a un entorno adverso, y que espera lograr una recuperación similar en Turquía.
En línea con este enfoque, la directora financiera de DFDS, Karen Boesen, ha indicado que la empresa mantendrá un control riguroso del gasto de capital (CAPEX) y revisará su cartera de activos para evaluar posibles desinversiones en aquellos que no sean estratégicos o rentables. La compañía estudia la venta de camiones, acuerdos de arrendamiento para algunos buques o la reducción de una o dos embarcaciones.
Carlsen ha explicado que DFDS ha heredado una flota de camiones considerable en Turquía tras la compra de Ekol y que prevé reducirla significativamente. La compañía tiene previsto modificar su modelo de negocio en la región, orientándolo más hacia la subcontratación y el freight forwarding, en lugar de operar exclusivamente como transportista.
A pesar de los ajustes financieros, DFDS mantiene su compromiso con la expansión de su red y la optimización de sus operaciones. La empresa seguirá apostando por la estandarización, la transición ecológica y la digitalización como pilares estratégicos de su crecimiento hacia 2030. “Si bien la mayoría de nuestras unidades de negocio mantendrán su actividad en 2025, aún debemos resolver algunos desafíos específicos antes de recuperar un nivel de rentabilidad satisfactorio”, ha concluido Carlsen.