La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) ha presentado una nueva identidad visual para los cinco faros que gestiona, coincidiendo con la conmemoración del 150 aniversario del Faro de Punta Carnero. La iniciativa ha incluido el diseño de logotipos específicos para cada uno de estos faros, que a su vez se agrupan bajo la submarca «Faros APBA«, con el objetivo de reforzar su identidad y poner en valor su importancia histórica, patrimonial y funcional dentro del sistema de señalización marítima del Estrecho de Gibraltar.
El Faro de Punta Carnero, situado en el cabo del mismo nombre dentro del término municipal de Algeciras, marca el límite suroeste de la bahía y se encuentra dentro del Parque Natural del Estrecho. Construido en el siglo XIX, en octubre de 2006 se propuso su declaración como Bien de Interés Cultural a iniciativa del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Posteriormente, en 2017, fue incluido en el Catálogo de Faros con Valor Patrimonial del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, dentro del Instituto Patrimonial de España. Asimismo, forma parte del Catálogo de Protección de la Edificación del Plan General de Ordenación Urbana de Algeciras, con un grado 3 de protección, dentro de la categoría de «otros edificios de interés arqueológico». En 2021, la APBA lo incorporó a su Plan de Conservación y Puesta en Valor del Patrimonio Histórico.
Este faro, cuya torre guarda cierto parecido con la del Faro de Chipiona a menor escala, es también significativo por haber sido el último bajo la gestión de la Autoridad Portuaria donde residió un farero, hasta 2018. Su emplazamiento, además, lo vincula con el antiguo fuerte de Punta Carnero, destruido en 1810, y lo integra en la «Ruta Paco de Lucía», diseñada y promovida por el Ayuntamiento de Algeciras.
El Faro de Tarifa se encuentra en la Isla de Tarifa o de Las Palomas, unida al continente por un arrecife artificial desde 1808. Esta ubicación lo convierte en un enclave estratégico dentro del Parque Natural del Estrecho. Su construcción se llevó a cabo sobre una torre almenara del siglo XVI, erigida por orden de Felipe II en 1588. En 1813, fue el primer faro en iluminar las aguas del Estrecho de Gibraltar, adelantándose al primer «Plan general de alumbrado marítimo» aprobado en 1847. Su posición geográfica le otorga el título de faro más meridional del continente europeo.
El faro conserva su aparato óptico original de giro rápido con 700 mm de distancia focal, montado sobre una cuba de mercurio y accionado por una máquina de relojería Chance Brothers, adquirida en 1915. En términos de protección patrimonial, ha sido declarado Bien de Interés Cultural e incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, en aplicación de la Ley 16/1985 del 25 de junio del Patrimonio Histórico Español. El edificio de viviendas anexo al faro estuvo habitado por el último farero hasta 2005. Desde finales de 2021, el recinto acoge un centro de interpretación de la Isla de Tarifa y del propio faro, facilitando las visitas y la divulgación de la historia y la vida de los antiguos fareros.
El Faro de Camarinal, ubicado entre la Playa de los Alemanes y la Playa del Cañuelo, en el término municipal de Tarifa, se levanta sobre otra torre almenara construida en 1588 en tierras del duque de Alcalá, con el propósito de defender la costa frente a las incursiones piratas berberiscas. Su adaptación a faro se incluyó en el Plan de Alumbrado de 1984 y, en 1988, el proyecto de transformación fue premiado en un concurso de ideas promovido por el entonces Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. Su valor patrimonial ha sido reconocido mediante su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, bajo la denominación de Torre de Cabo de Gracia. Además, en 2021, la APBA lo incorporó a su Plan de Conservación y Puesta en Valor del Patrimonio Histórico.
El Faro de Punta Paloma, enclavado en el Parque Natural del Estrecho, cumple la función de balizar el bajo de “Los Cabezos” en conjunción con una luz fija roja del Faro de Tarifa. Se trata de un faro de diseño singular, que sustituye a una instalación previa de 1895, encendida en 1899. Su estructura arquitectónica parte de una planta octogonal y ha sido concebida para soportar la acción de los vientos predominantes de levante y poniente. El diseño del edificio presenta sucesivos giros de 10 grados cada 180 cm, conformando un paraboloide hiperbólico. Se construyó utilizando un cerramiento de doble cara, tanto interior como exterior, en ladrillo cara vista del color de la arena del lugar, en armonía con el entorno natural. El faro entró en funcionamiento el 14 de octubre de 2020.
El Faro de Carbonera, también conocido como Torre de Punta Mala, ha sido reconocido como Bien de Interés Cultural dentro de la declaración genérica del decreto de 25 de junio de 1985, en el marco de la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Posteriormente, en 1993, recibió un reconocimiento especial dentro del conjunto de castillos protegidos por la Junta de Andalucía. Se encuentra inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz bajo la denominación de Torre Carbonera o Torre de Punta Mala.
Este faro se erige sobre una antigua torre almenara del siglo XVI, mandada construir por Felipe II en 1588, y su adaptación a faro se incluyó en el Plan de Alumbrado de 1984. El proyecto de reconversión fue galardonado en un concurso de ideas en 1988. En su entorno, a escasos metros de la playa, se encuentran las ruinas de una antigua casa-cuartel de la Guardia Civil. Además, en las proximidades del faro se ubica un búnker de hormigón, construido dentro del Sistema Defensivo de la Frontera Sur durante la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de proteger la costa ante una posible invasión aliada.
La presentación de la nueva identidad visual de estos cinco faros pone en valor su relevancia histórica y su papel dentro del sistema de señalización marítima del Estrecho de Gibraltar. A través de esta iniciativa, la APBA busca no solo reforzar la identificación de estos faros, sino también contribuir a su difusión y reconocimiento dentro del patrimonio cultural del litoral andaluz.