El patrullero de vigilancia de zona (PVZ) Tagomago (P-22), perteneciente a la Fuerza de Acción Marítima de la Armada Española, en Cádiz, ha completado su última operación de presencia, vigilancia y disuasión en el mar de Alborán. La misión, desarrollada entre los días 9 y 15 de enero, ha estado enmarcada en las operaciones de vigilancia marítima y bajo el control del Mando Operativo Marítimo (MOM), dependiente del Mando de Operaciones (MOPS).
Durante su despliegue, el Tagomago ha llevado a cabo tareas de seguridad marítima con el objetivo de detectar y prevenir posibles amenazas o actos ilícitos que puedan comprometer la estabilidad en la zona. Entre sus misiones, ha realizado labores de Conocimiento del Entorno Marítimo (CEM) y ha ejecutado Operaciones de Seguridad Marítima (MSO), contribuyendo a la protección de los espacios marítimos de soberanía nacional. Asimismo, ha mantenido presencia naval en las inmediaciones de la isla de Alborán, un punto estratégico en la vigilancia del tráfico marítimo y la seguridad en la región.
El Tagomago es el segundo de los diez patrulleros de la clase Anaga, construidos en la década de 1980. Actualmente, es uno de los ocho buques bajo la jurisdicción del Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Cádiz. Su diseño le permite desempeñar misiones de seguridad marítima, protección de los intereses nacionales y control de los espacios marítimos de soberanía. Además, participa en la vigilancia y control del tráfico marítimo, así como en la supervisión de las actividades pesqueras en aguas nacionales.
La dotación del buque ha estado compuesta por 22 tripulantes, con el teniente de navío Fernando Jesús Pita Dodero al mando. Durante su despliegue, la tripulación ha operado en coordinación con el Mando Operativo Marítimo, que dirige las acciones de presencia y vigilancia en los espacios marítimos de interés nacional. Este mando, bajo la estructura del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), se encuentra liderado por el almirante de Acción Marítima y tiene su sede en Cartagena (Murcia).
Las operaciones de vigilancia marítima forman parte de las misiones permanentes de las Fuerzas Armadas, que mantienen desplegados diariamente alrededor de 3.000 efectivos en distintos ámbitos operativos. Estos despliegues buscan reforzar la seguridad y garantizar una respuesta ágil y eficaz ante cualquier incidente que pueda surgir en los espacios de soberanía nacional.
Con la finalización de esta operación, el Tagomago regresa a su base en Cádiz, donde continuará su preparación para futuras misiones en el marco de la seguridad y defensa de los espacios marítimos nacionales.