Maersk ha anunciado que incorporará diez nuevos buques propulsados por metanol a su flota antes de finales de 2025, lo que elevará el total a al menos 19 unidades. Así lo ha confirmado Leonardo Sonzio, responsable de Gestión de Flota y Tecnología de la compañía. Actualmente, la naviera opera nueve buques con esta tecnología, entre ellos ocho portacontenedores de 16.000 TEUs y un buque feeder.
El metanol se ha convertido en un eje central en la estrategia de descarbonización de Maersk, que cuenta con 25 portacontenedores propulsados por este combustible en su cartera de pedidos. Además de la construcción de nuevas unidades, la compañía trabaja en la conversión de su flota existente. En noviembre de 2024, Maersk completó la transformación del Maersk Halifax en un buque de combustible dual, capaz de operar con metanol. La conversión, realizada en el astillero Zhoushan Xinya de China, tuvo una duración de 88 días y concluyó a finales de octubre. La naviera prevé ampliar este programa a 11 buques adicionales en 2027, coincidiendo con sus inspecciones especiales.
La expansión de la flota de metanol de Maersk coincide con la inminente recepción de su primer cargamento de e-metanol procedente de la planta Kassø Power-to-X en Dinamarca, considerada la mayor instalación comercial de su tipo a nivel mundial, con una capacidad de producción anual de 32.000 toneladas.
Para asegurar el suministro de este combustible, la compañía ha firmado varios acuerdos de compra con productores de metanol. El más reciente, con LONGi Green Energy Technology Co., permitirá a Maersk reforzar su abastecimiento de bio-metanol. Con este nuevo contrato, la naviera estima que ha asegurado más del 50 % de la demanda de metanol de su flota dual-fuel prevista para 2027.
resA pesar de estos avances, la disponibilidad de combustibles alternativos sigue siendo un desafío para la industria marítima. En respuesta, Maersk ha adoptado una estrategia de diversificación que, además del metanol, contempla el uso de biometano, biodiésel y, potencialmente, amoníaco. La naviera ha encargado 20 buques propulsados por gas con capacidad para operar con biometano, con la posibilidad de adaptar sus especificaciones para incorporar la tecnología dual-fuel de metanol.
Estos 20 buques, con capacidades de entre 9.000 y 17.000 TEUs, sumarán 300.000 TEUs a la flota de Maersk dentro de su plan de renovación anunciado en agosto de 2024. Se espera que las primeras entregas comiencen en 2028 y finalicen en 2030.
Sonzio ha señalado la necesidad de contar con un marco regulador claro para impulsar la transición energética del sector. «Este año, necesitamos regulaciones que reduzcan la diferencia de precio entre los combustibles fósiles y aquellos que realmente disminuyen las emisiones, basadas en evaluaciones de ciclo de vida sólidas. Esto es lo que la industria necesita de los países miembros de la Organización Marítima Internacional (OMI)», ha declarado.
En este contexto, la OMI debe definir en 2025 nuevas medidas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el transporte marítimo. Las propuestas, incluidas en las enmiendas al Anexo VI de MARPOL dentro del marco de «cero emisiones netas», siguen en fase de desarrollo y aún se están determinando aspectos clave sobre su alcance y aplicación. Hasta el momento, las negociaciones se han centrado en la creación de un estándar de intensidad de GEI para los combustibles y en la posible implementación de un mecanismo de precios.
La OMI prevé aprobar el borrador del texto legal en la reunión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 83) en la primavera de 2025, con la adopción de las medidas en una sesión extraordinaria a finales de año y su entrada en vigor en 2027. Sin embargo, dado que la organización opera bajo el principio de que «nada está acordado hasta que todo esté acordado», el marco final aún podría sufrir modificaciones significativas antes de su implementación.