El Puerto de La Coruña ha cerrado el año 2024 con un crecimiento global del 5,23% en sus tráficos, totalizando 14,7 millones de toneladas. Este registro consolida al puerto en uno de los niveles más altos de su historia, siendo el cuarto mejor dato en su serie estadística. Este resultado solo es superado por los años 2017, 2018 y 2022, ejercicios en los que se registraron circunstancias excepcionales, como la actividad de la central térmica de Meirama o el aumento puntual en el movimiento de carbón debido a la guerra en Ucrania.
En el desglose por sectores, los graneles líquidos han sido protagonistas, alcanzando un récord de 9,87 millones de toneladas, impulsados principalmente por el incremento de la actividad en el complejo industrial de Repsol. Este aumento ha permitido a la compañía superar por primera vez los 10 millones de toneladas en el tráfico portuario.
Por su parte, los graneles sólidos registraron un descenso debido a la casi desaparición de los envíos de carbón al norte de Europa. No obstante, los tráficos agroalimentarios, uno de los puntos fuertes del puerto, se aproximaron a los 3 millones de toneladas, compensando parcialmente esta caída. En cuanto a la mercancía general, se observó una bajada atribuida a menores movimientos de maderas y productos siderúrgicos.
El Puerto Exterior, situado en Punta Langosteira, ha continuado su tendencia al alza. En 2024 se alcanzaron 8,46 millones de toneladas, estableciendo un nuevo récord tras los incrementos registrados en 2022 y 2023, con 4,2 y 6 millones de toneladas respectivamente.
En contraste, la pesca fresca ha mantenido una tendencia descendente, con una caída del 14,33% en el volumen de capturas. A pesar de esta reducción, el puerto sigue siendo el principal punto de desembarque de pesca fresca en España, según los datos de la Consellería do Mar. La Autoridad Portuaria está trabajando con el sector y la Lonja para revertir esta situación, que sigue lastrada por las restricciones impuestas por las cuotas de la Unión Europea.
El tráfico de cruceros ha sido el gran punto brillante del año. Con 168 escalas y 406.613 pasajeros, el puerto ha registrado cifras récord, consolidándose como el principal destino de la cornisa cántabro-atlántica. Este hito supone el tercer año consecutivo de crecimiento en el número de cruceristas, con un impacto económico estimado entre 35 y 40 millones de euros para la ciudad y su área metropolitana. Las previsiones para 2025 anticipan un nuevo incremento en las escalas y el número de pasajeros.