El sindicato de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de Estados Unidos, que reúne a puertos y compañías navieras, han alcanzado un acuerdo tentativo para un contrato de seis años, evitando una posible huelga que podría haber afectado significativamente la economía del país. El acuerdo se ha logrado una semana antes de la fecha límite del 15 de enero.
En un comunicado conjunto, ambas partes han señalado que el pacto protege los empleos sindicalizados al tiempo que permite la modernización de los puertos de las costas este y del Golfo de México con nueva tecnología. Según el texto, estas medidas aumentarán la seguridad y la eficiencia, además de fortalecer las cadenas de suministro.
Los detalles del acuerdo no se han hecho públicos, ya que será sometido a la revisión y aprobación de los miembros del sindicato en un proceso de ratificación que podría tomar varias semanas.
Conflicto previo y aumento salarial
En octubre pasado, los 45.000 estibadores del sindicato realizaron una huelga de tres días, que fue suspendida tras acordar un incremento salarial del 62% a lo largo de seis años, lo que aumentaría los salarios en el rango superior de 39 a 63 dólares por hora. Sin embargo, ese acuerdo provisional estaba condicionado a lograr un pacto definitivo sobre la automatización antes del 15 de enero, un tema crítico para el sindicato, que ha manifestado preocupación por la posibilidad de que las máquinas reemplacen a los trabajadores humanos.
De acuerdo con una fuente anónima cercana a las negociaciones, el nuevo acuerdo permite a los puertos incorporar tecnología moderna, pero estipula que deberán contratar a nuevos trabajadores como parte de esta transición, descartando una automatización total. Este punto representa una concesión importante para ambas partes.
Impacto potencial y controversia sobre la automatización
El acuerdo evita un escenario en el que una huelga prolongada habría paralizado las operaciones en los puertos de la costa este y el Golfo de México, con consecuencias económicas significativas para el país. Los expertos han señalado que un cierre de más de una semana habría empezado a afectar gravemente a la economía.
La automatización sigue siendo un tema divisivo en los puertos estadounidenses. Mientras que los trabajadores temen la pérdida de empleos debido a tecnologías como las grúas semiautomáticas, los operadores portuarios y las compañías navieras argumentan que la modernización es esencial para que los puertos estadounidenses compitan con instalaciones más automatizadas en lugares como Róterdam, Dubái y Singapur.