La flota española de arrastreros del Mediterráneo se prepara para implementar un cambio obligatorio en las mallas de sus artes de pesca, una medida propuesta por la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para evitar los recortes en los días de actividad en el mar que ha establecido la Unión Europea. Esta decisión, anunciada tras la última reunión entre el organismo y los representantes del sector, busca garantizar la sostenibilidad de la pesca y recuperar días frente a las reducciones pactadas a nivel comunitario.
La Unión Europea había aprobado una reducción drástica de los días de pesca, dejando a la flota arrastrera con solo 27 o 28 días de actividad en 2025. Sin embargo, la aplicación de medidas como el cambio de malla podría permitir alcanzar los 130 días que estuvieron vigentes en 2024. Para ello, la Secretaría General de Pesca abrirá próximamente una consulta pública con el fin de aprobar la normativa que regulará esta transición.
El cambio consistirá en modificar los copos, la parte final de las mallas, para que tengan un tamaño de 45 o 50 milímetros, dependiendo de las características de las capturas
El cambio consistirá en modificar los copos, la parte final de las mallas, para que tengan un tamaño de 45 o 50 milímetros, dependiendo de las características de las capturas. Según el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, y el secretario general de Cepesca, Javier Garat, esta será una condición clave para evitar las reducciones de días impuestas por la normativa europea. Aunque el sector habría preferido evitar esta medida, la mayoría de los armadores la consideran inevitable y están dispuestos a implementarla.
El MAPA ha anunciado que financiará la sustitución de las mallas, subvencionando hasta dos copos por barco en la modalidad de pesca costera y cuatro para los buques de pesca de profundidad. Esto supone un alivio para los pescadores, quienes afrontan desafíos económicos significativos en la adaptación de sus artes.
No obstante, la aplicación de esta medida refleja las diferencias entre regiones, ya que algunas comunidades autónomas, como Cataluña y Baleares, ya utilizan mallas con las nuevas dimensiones exigidas debido a la variedad de especies que capturan. En otras zonas, como la Costa del Sol, el proceso será más complejo, lo que ha llevado al sector a solicitar condiciones regionales específicas que se ajusten a las características de cada caladero.
Por otro lado, Cepesca ha planteado a la Comisión Europea la necesidad de modificar las normativas para permitir un mayor grosor en el torzal de las redes, lo que garantizaría una mayor resistencia de los aparejos. Además, la patronal ha propuesto un plan de desguace selectivo para los barcos que no puedan adaptarse a los nuevos requisitos.
Las protestas en forma de paros y amarres han sido una respuesta local en algunos puertos, aunque no existe una unidad de acción entre las flotas de las comunidades del litoral mediterráneo, como Andalucía, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares.
El próximo 15 de enero, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se reunirá con los representantes de las comunidades autónomas del Mediterráneo para abordar las medidas necesarias y tratar de minimizar el impacto de los recortes en la actividad pesquera. Esta cita será clave para definir el futuro inmediato del sector y encontrar soluciones que permitan garantizar su viabilidad económica y la sostenibilidad de los recursos marinos.