La esperada apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, un proyecto clave en la relación comercial entre España y Marruecos, continúa sin una fecha definitiva debido a ajustes pendientes, según informan desde algunos medios locales y nacionales. Aunque inicialmente se anunció que las aduanas comenzarían a operar el 2 de enero, la documentación de las primeras mercancías aún no está completa, lo que ha retrasado nuevamente el inicio de las operaciones.
El acuerdo incluye la creación de una aduana en Ceuta, inexistente hasta ahora, y la reapertura de la de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018. Este compromiso fue incorporado a la hoja de ruta bilateral tras la visita del presidente Pedro Sánchez a Rabat en abril de 2022. No obstante, su desarrollo ha sido lento, condicionado por numerosos detalles técnicos y diferencias políticas que han retrasado su implementación.
En una primera fase, las operaciones comerciales estarán sujetas a estrictas limitaciones. Solo se permitirá el tránsito de un camión diario en cada sentido por cada aduana, utilizando vehículos no articulados. Además, los productos autorizados para exportación desde Marruecos incluyen frutas, legumbres, pescados y áridos, mientras que desde España se permitirá el comercio de productos de higiene, limpieza, electrodomésticos y electrónicos. Estas condiciones han despertado inquietud en sectores empresariales de Melilla, que consideran que el acuerdo podría beneficiar más a Marruecos que a los comerciantes locales.
El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha expresado su rechazo a las condiciones del acuerdo, advirtiendo que podría perjudicar al comercio local y afectar la autonomía comercial de la ciudad. En respuesta, el Gobierno español ha insistido en que las exportaciones desde Melilla no estarán limitadas exclusivamente a productos fabricados localmente y que las condiciones son equilibradas para ambas partes.
El paso de las mercancías estará regulado por requisitos estrictos, como la notificación previa del contenido, la homologación sanitaria de los productos frescos y el uso exclusivo de empresas activas en los sectores contemplados. Además, las aduanas funcionarán entre las 10:00 y las 16:00 horas, permaneciendo cerradas en días festivos de cualquiera de los dos países.
El comercio formal entre Ceuta, Melilla y Marruecos pretende sustituir el modelo basado en el denominado comercio atípico, caracterizado por el contrabando, que fue interrumpido durante la pandemia. Sin embargo, las limitaciones iniciales del acuerdo y las incertidumbres pendientes, como la regulación del régimen de viajeros, evidencian la complejidad de este nuevo marco comercial.