La Asociación Empresarial de Acuicultura de España, Apromar, ha manifestado su apoyo y solidaridad con el sector pesquero español, especialmente con la flota de arrastre del Mediterráneo, ante el reciente acuerdo de la Unión Europea sobre las cuotas pesqueras para 2025. Aunque la asociación mantiene un compromiso firme con la sostenibilidad medioambiental, advierte que las medidas impuestas a la pesca de arrastre ponen en peligro la sostenibilidad económica de las comunidades costeras, afectando tanto a los trabajadores del mar como a los empleos en tierra vinculados a la transformación y comercialización de productos pesqueros.
Apromar sostiene que las nuevas restricciones suponen una amenaza para la soberanía alimentaria de España. Según la asociación, limitar la actividad pesquera y, al mismo tiempo, imponer topes a la producción acuícola podría obligar al país a depender aún más de las importaciones de pescado procedentes de terceros países, donde los controles medioambientales y sociales son menos estrictos. Actualmente, el 65% del pescado que se consume en España es importado.
El sector acuícola español defiende la necesidad de encontrar un equilibrio entre la protección medioambiental y la producción de alimentos saludables, accesibles y suficientes para la población. Apromar señala que tanto la pesca como la acuicultura son actividades complementarias y esenciales para garantizar el acceso a alimentos ricos en proteínas, recomendados por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una dieta sana.
“Es crucial reequilibrar las exigencias medioambientales con los objetivos de producción alimentaria en la Unión Europea, promoviendo la soberanía alimentaria y garantizando una producción sostenible y suficiente”
El gerente de Apromar, Javier Ojeda, ha subrayado la importancia de equilibrar las exigencias medioambientales con los objetivos de producción alimentaria en la Unión Europea. “Es crucial reequilibrar las exigencias medioambientales con los objetivos de producción alimentaria en la Unión Europea, promoviendo la soberanía alimentaria y garantizando una producción sostenible y suficiente”, afirmó Ojeda.
Ojeda también ha alertado sobre el riesgo de agravar el déficit de la balanza comercial exterior de productos pesqueros. “Debemos considerar la balanza comercial exterior para evitar agravar el déficit ya existente, dado que actualmente importamos 6 de cada 10 pescados que consumimos”, explicó el gerente de Apromar.
Tanto el sector de la pesca como el de la acuicultura han implementado, en los últimos años, medidas significativas para reducir su impacto medioambiental. Estas industrias operan bajo las normas de sostenibilidad más exigentes a nivel mundial, lo que contrasta con los estándares aplicados en otros países exportadores de pescado.
Desde Apromar, se advierte que cualquier limitación adicional a la pesca o la acuicultura en España podría tener efectos negativos en términos de empleo, economía local y soberanía alimentaria. Además, la necesidad de importar más pescado generaría un mayor impacto ambiental global, ya que se incrementarían las emisiones asociadas al transporte marítimo de alimentos.
Ante este escenario, Apromar ha hecho un llamamiento a la colaboración entre todos los actores implicados, incluyendo administraciones, organizaciones pesqueras y acuícolas, y la Unión Europea. La asociación aboga por la búsqueda de un equilibrio que permita preservar el medio ambiente, pero sin comprometer la producción nacional de pescado ni la seguridad alimentaria de la población española y europea.
«Lograr este equilibrio es clave para el futuro del sector y para la soberanía alimentaria en España y Europa», concluye Apromar, que reafirma su compromiso con la sostenibilidad y su apoyo al sector pesquero.