La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras ha dedicado su felicitación navideña de este año al 150 aniversario del Faro de Punta Carnero, una emblemática señal marítima que desde 1874 ilumina el Estrecho de Gibraltar y orienta a los navegantes en su travesía. Este faro, de gran valor histórico y patrimonial, se encuentra en la punta que le da nombre, la cual delimita la Bahía de Algeciras por su extremo suroeste.
La historia del Faro de Punta Carnero se remonta incluso a tiempos anteriores a su construcción actual. Antes de 1567, ya existía en una plataforma cercana una torre almenara de planta cuadrada y 17 metros de altura, utilizada para funciones de vigilancia y señalización marítima. En 1667, la torre estaba artillada y contaba con una guarnición de tres guardas y un artillero. No obstante, para 1826, la edificación se hallaba en ruinas.
El actual faro fue proyectado en 1864 por el ingeniero Jaime Font y Escolá, quien también diseñó el Faro de la Isla Verde. La instalación fue concebida inicialmente como un faro de quinto orden con luz roja fija, aunque posteriormente se elevó su clasificación a cuarto orden, según la tipología de los faros españoles. Su función principal ha sido, junto con el Faro de Punta Europa, señalar la entrada a la Bahía de Algeciras y advertir a los buques de los bajos de La Perla, situados en la entrada occidental de la bahía. Aunque estaba previsto que la luz fuera de color rojo, finalmente se optó por una luz fija de color verde.
El sistema de iluminación del faro ha experimentado diversas transformaciones a lo largo de su historia. Inicialmente, utilizaba una lámpara de aceite de colza. En 1924, se modernizó con la instalación de un juego de pantallas giratorias y un sistema de alumbrado de petróleo a presión. En 1930, se adoptó un sistema de acetileno, configurado para producir un grupo de una y tres ocultaciones de luz blanca cada 16 segundos. Para mejorar la seguridad, se incorporó un sector de luz roja para señalar el bajo de La Perla y una señal de niebla basada en un cañón de acetileno que generaba una detonación cada 30 segundos, con un alcance de cinco millas náuticas.
En 1973, el faro fue electrificado, incorporándose un sistema mixto de alimentación eléctrica y de gas. Dos años después, se añadió una nueva sirena y, en 1977, se modernizó la lámpara y se instaló un sistema de monitoreo de la instalación. Desde 1997, el faro se gestiona de forma telemática, lo que ha permitido un control remoto eficiente de sus operaciones.
Desde el punto de vista arquitectónico, el Faro de Punta Carnero se distingue por su torre cilíndrica de sillería de arenisca, cuyo diseño se asemeja, a menor escala, al Faro de Chipiona. La parte superior de la torre se apoya sobre una cornisa con baranda de metal sostenida por ménsulas, y es allí donde se ubica el cuerpo de luces. Su plano focal se encuentra a 42 metros sobre el nivel del mar y a 22 metros sobre el terreno. En el año 2000, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras llevó a cabo una restauración integral del edificio, asegurando la preservación de este patrimonio histórico y marítimo de la ciudad de Algeciras.