El Puerto de Algeciras ha presentado esta mañana en Lisboa el Proyecto del Lago Marítimo durante la Conferencia Mundial de Ciudades y Puertos, organizada por la Asociación Internacional de Ciudades y Puertos (AIVP). Este encuentro anual, que reúne a 1.900 socios de todo el mundo, tiene como objetivo promover la cooperación entre puertos y ciudades para un desarrollo sostenible, innovador y centrado en el ciudadano.
En la sesión titulada «Financiación de la Transición a Ciudad Portuaria», el presidente de la Autoridad Portuaria de Algeciras, Gerardo Landaluce, ha compartido los avances y objetivos del proyecto, que ya cuenta con varias fases ejecutadas. Landaluce ha destacado que el Lago Marítimo se alinea con los compromisos de sostenibilidad ambiental, innovación y urbanismo integrador recogidos en la Agenda 2030 de la AIVP.
El Proyecto del Lago Marítimo representa una apuesta conjunta entre la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento de Algeciras y la Junta de Andalucía, con bases establecidas desde 2020. Esta iniciativa contempla, entre otros desarrollos, la construcción del Port Center del Puerto de Algeciras, que formará parte de la Red Mundial de Ciudades Portuarias. El espacio, concebido como un lugar de encuentro entre la ciudad y el mar, busca consolidar una relación más armónica y funcional entre la actividad portuaria y la vida urbana.
Reconocimiento al Puerto de Tánger Ville y retos de futuro
Durante el evento, Landaluce ha felicitado al presidente del Puerto de Tánger Ville, Mohamed Ouanaya, quien ha recibido el Premio AIVP Antoine Rufenacht por la transformación del puerto histórico de Tánger. Este proyecto ha sido posible gracias a la desvinculación del tráfico de mercancías tras la puesta en marcha del puerto de Tánger Med, lo que ha permitido la completa reconversión de la dársena en un espacio orientado al ocio y al turismo.
Ambos responsables portuarios han abordado los desafíos que supondrá para puertos como Tánger Ciudad y Tarifa la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 2030. Se prevé que estas dársenas gestionen el transporte de un importante número de aficionados, un reto logístico similar al experimentado en menor escala durante el Mundial de España de 1982.