Rosendo Rivero es ingeniero químico por la Universidad de San Cristóbal de la Laguna y cuenta con una amplia formación en dirección y energías renovables. Ha cursado el Programa de Dirección Avanzado en la Universidad ESADE, es Máster en Energías Renovables por la Escuela de Organización Industrial (EOI) y posee un Management Development del IE Business School. Su trayectoria profesional en Cepsa, ahora Moeve, se remonta al año 2000, cuando se incorporó como ingeniero de procesos en el complejo industrial de San Roque. Posteriormente, se trasladó a Tenerife, donde ocupó diversas posiciones estratégicas hasta 2016, momento en el que fue nombrado responsable de Operaciones de la Refinería de Tenerife. En 2022, fue seleccionado para liderar el Parque Energético San Roque como su nuevo director, siendo pieza clave en la actual transformación y adaptación de la compañía hacia modelos energéticos más sostenibles.
El cambio de marca de Cepsa a Moeve no es simplemente una renovación de imagen, sino una declaración de intenciones. Rosendo Rivero subraya que la nueva denominación es coherente con el rumbo adoptado por la empresa, marcado por la desinversión en activos fósiles y el avance en proyectos como el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde. «Queríamos reflejar nuestra ambición de ser una empresa comprometida con otras formas de energía. La transición energética es un proceso que requiere una identidad que inspire confianza y colaboración», explica Rivero, que añade que este cambio refleja la intención de la compañía de alejarse de su pasado ligado al petróleo, indicando que la «P» de «Petróleo» en el antiguo acrónimo ya no representaba su nueva visión.
Dentro de la estrategia conocida como «Positive Motion», el Parque Energético San Roque es uno de los principales motores de esta estrategia. Rivero explica que la actividad del Parque está enfocada a la creación de moléculas verdes como el hidrógeno y sus derivados, como el amoníaco verde, que serán fundamentales para la conexión energética del corredor marítimo entre Algeciras y Róterdam. Este corredor marítimo busca establecer una vía sostenible de transporte energético, un proyecto que Rivero califica como ambicioso y esencial. «Estamos trabajando para incorporar las tecnologías necesarias que permitan cumplir con los objetivos de este corredor. Pero sabemos que la tarea de la transición energética es tan grande que ninguna organización puede abordarla en solitario. Por eso, nuestro cambio de marca también pretende atraer a otros actores del sector, para que juntos podamos avanzar en este desafío», afirma.
La integración del hidrógeno verde en Moeve y en las operaciones del Parque Energético San Roque es un paso natural. «Llevamos casi un siglo manipulando hidrógeno gris. Somos los más indicados para desarrollar proyectos de hidrógeno porque tenemos la experiencia», explica. La empresa planea utilizar el hidrógeno verde para descarbonizar sus propias operaciones y ofrecer soluciones a otras empresas que buscan reducir su huella de carbono. El corredor energético entre los puertos de Algeciras y Róterdam tendrá un impacto significativo. «Será un incremento de actividad y un verdadero reto tecnológico. Tendremos una cartera de productos más amplia, lo que traerá desafíos logísticos», reconoce Rivero, que además ve esta situación como una oportunidad para atraer nuevas actividades industriales al entorno, generando un efecto multiplicador en la economía local.
La transición energética, según Rivero, es el resultado de una transición social impulsada por la inquietud global frente al cambio climático. En el Parque Energético San Roque, se están llevando a cabo proyectos concretos para desarrollar esta transición. Uno de ellos es la incorporación de moléculas bio en las materias primas, sustituyendo progresivamente la materia prima fósil por vegetal o residuos. Además, se están diseñando proyectos para la producción de hidrógeno verde y sus derivados, como el amoniaco y el metanol verde, que servirán como vectores de transporte del hidrógeno y posibles combustibles para el sector marítimo.
El ahorro de agua es otro de los logros significativos del Parque Energético San Roque. Gracias a la puesta en marcha de una planta de recirculación de agua, la instalación ha reducido su consumo en un 25% en el último año, acumulando un 45% desde 2019. Este esfuerzo ha llevado al Parque Energético San Roque a ser reconocido como la instalación europea más eficiente en el uso de agua según la sociedad de benchmarking Solomon. La planta de recirculación ha contribuido significativamente a la gestión y reducción del consumo de agua. «Nuestro objetivo es que, incluso incorporando proyectos de hidrógeno verde, no consumamos ni una gota más de lo que consumíamos con la actividad fósil clásica», explica el director del Parque Energético San Roque.
Rivero también destaca otros avances tecnológicos recientes, como la instalación de un sistema de precipitación electrostática en las unidades de cracking catalítico, que ha permitido reducir considerablemente las emisiones de partículas. Estos proyectos forman parte de un compromiso continuo con la sostenibilidad, especialmente relevante en el contexto de la producción de hidrógeno verde, que exige un uso intensivo de agua y energía renovable. «Queremos asegurar que, incluso con el crecimiento de actividades como la producción de hidrógeno verde, no incrementemos nuestro consumo de agua. Esto exige una planificación minuciosa y acuerdos para el suministro de agua regenerada, tanto a nivel municipal como comarcal», explica Rivero.
En el contexto actual de transición energética, Rivero señala que Andalucía cuenta con condiciones únicas para convertirse en un líder europeo en energías renovables. La combinación de horas de insolación y vientos favorables posiciona a la región como un enclave estratégico para la generación de energía verde. «Esto podría posicionar al sur de Europa como proveedor energético del norte, invirtiendo dinámicas tradicionales», afirma Rivero que concluye que «Andalucía es la región europea con mejores condiciones para convertirse en referente en generación de moléculas verdes. Esta oportunidad es clave no solo para Andalucía, sino para posicionar a España como líder en la transición energética global».
La transición energética también está generando demanda de nuevos perfiles profesionales. «Necesitamos profesionales con conocimientos en biocombustibles, inteligencia artificial, digitalización de procesos y mercado eléctrico», indica Rivero. Moeve está trabajando en colaboración con las administraciones para «adaptar las titulaciones y formar tanto a los nuevos talentos como a los profesionales actuales, quienes también deberán reciclarse en esta nueva realidad».
La European Refining Technology Conference (ERTC), ha otorgado recientemente al Parque Energético San Roque un reconocimiento internacional por su proyecto de digitalización, que utiliza inteligencia artificial para optimizar la seguridad y la eficiencia operativa. Este galardón refuerza la posición del parque como un modelo de innovación en el sector energético. «Este reconocimiento no es solo un logro del parque, sino del compromiso y profesionalidad de toda nuestra plantilla. La digitalización es un componente esencial en nuestra visión de futuro, y seguiremos invirtiendo en estas tecnologías para garantizar la sostenibilidad y competitividad de nuestras operaciones», afirma Rosendo Rivero, que muestra orgulloso el premio entre sus manos.
El Parque Energético San Roque se proyecta como un nodo industrial donde convergerán todas las actividades industriales de Moeve. Rivero lo ve como un centro neurálgico, equipado con servicios avanzados y un gran conocimiento operativo, que permitirá liderar la transición energética en los próximos años. «La colaboración entre empresas privadas y administraciones públicas será esencial para este proceso. Andalucía ha demostrado su compromiso con la industria sostenible, lo que refuerza nuestras expectativas de éxito», concluye Rivero.