España, Francia e Italia han acordado solicitar a la Comisión Europea (CE) una moratoria en la aplicación de las medidas de gestión pesquera del Mediterráneo para 2025. La declaración conjunta ha sido suscrita por los ministros con competencias en Pesca de los tres países: Luis Planas (España), Fabrice Loher (Francia) y Francesco Lollobrigida (Italia), antes de la reunión del Consejo Agrifish.
En el documento, los tres países han manifestado su preocupación por la futura aplicacióPen del Plan Multianual del Mediterráneo Occidental, que regula las poblaciones demersales y cuyo periodo transitorio finaliza el próximo 31 de diciembre. A partir de 2025, la CE está obligada a implementar un enfoque basado en el rendimiento máximo sostenible (RMS), lo que implica medidas más restrictivas para el sector pesquero.
Los firmantes han señalado que las flotas de arrastre del Mediterráneo han realizado esfuerzos considerables desde 2020, como reducciones significativas en los días de pesca. Sin embargo, consideran que es necesario más tiempo para evaluar plenamente los efectos positivos de estas medidas en las poblaciones de peces. En su opinión, avanzar con nuevas restricciones sin una valoración exhaustiva podría tener consecuencias irreversibles para la economía pesquera y la sostenibilidad del sector.
En la declaración, los ministros han destacado que el sector pesquero del Mediterráneo ha sufrido importantes impactos socioeconómicos en los últimos años debido a las medidas restrictivas para la protección de las poblaciones de peces, además de otros factores externos como la pandemia de la covid-19 y los conflictos bélicos. Subrayan que la paralización del esfuerzo pesquero en 2025 afectaría de manera irreversible a las flotas de arrastre, consideradas el eje central de la economía pesquera en el Mediterráneo occidental.
Los tres países han insistido en la necesidad de adaptar el Plan Multianual vigente a las condiciones actuales, planteando alternativas a las drásticas reducciones en los días de pesca. También han advertido que la aplicación estricta de los dictámenes científicos, prevista en el artículo 6 del plan, podría generar medidas inasumibles para las economías locales y nacionales, comprometiendo los ingresos de los pescadores y el suministro de alimentos a la ciudadanía europea.
Ante esta situación, España, Francia e Italia ssolicitan a la Comisión Europea que se congele el esfuerzo pesquero actual para 2025 y que se reanuden las negociaciones para actualizar el Plan Multianual del Mediterráneo Occidental. Con ello buscan garantizar un equilibrio entre la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la viabilidad socioeconómica del sector.