El Puerto de Sevilla, galardonado con el Premio ESPO 2024 por su proyecto de economía circular en la gestión de sedimentos

El reconocimiento europeo valora el compromiso ambiental y social del Puerto de Sevilla, destacando su colaboración con múltiples actores en beneficio de la comunidad y la biodiversidad del Guadalquivir

El Puerto de Sevilla ha recibido el Premio ESPO 2024 a la Integración Social, otorgado por la Organización Europea de Puertos Marítimos (ESPO), que cada año premia a los proyectos portuarios europeos más destacados en el ámbito de la responsabilidad social y el beneficio comunitario. En esta edición, bajo el tema “Proyectos o estrategias portuarias en economía circular que beneficien a la ciudad o a la comunidad circundante”, el Puerto de Sevilla ha sido reconocido por su iniciativa de valorización de sedimentos de dragado mediante una estrategia circular, un enfoque innovador que no solo mejora la navegabilidad de la Eurovía del Guadalquivir, sino que impulsa el desarrollo social, económico y ambiental de la región.

La propuesta ganadora, liderada por la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS), parte de una necesidad de sostenibilidad en la gestión de sedimentos extraídos durante las campañas de dragado de mantenimiento en la Eurovía del Guadalquivir, una importante vía de acceso marítimo. Bajo el nombre de «Economía Circular para la Valorización de Sedimentos de Dragado de Mantenimiento», el proyecto aplica los principios de economía circular a los materiales resultantes del dragado, aprovechando estos recursos para usos que abarcan desde la mejora de hábitats naturales hasta la restauración de playas, el soporte a la agricultura y el desarrollo industrial. Esta iniciativa se alinea con el modelo “Trabajando con la Naturaleza”, un enfoque que promueve el respeto por los ecosistemas locales y que convierte los sedimentos en un recurso valioso con aplicaciones variadas.

Colaboración con actores locales para una economía circular en el Guadalquivir

El proyecto, concebido como un proceso participativo y abierto, ha involucrado a diversos actores sociales, económicos y medioambientales del estuario del Guadalquivir. La Autoridad Portuaria de Sevilla organizó mesas redondas sectoriales en las que participaron residentes, agricultores, acuicultores, ambientalistas, conservacionistas, administraciones públicas, empresarios y otros grupos con responsabilidad y presencia en el entorno físico y sociopolítico del Guadalquivir. Este proceso participativo ha permitido identificar usos innovadores y sostenibles para los sedimentos de dragado, atendiendo a las necesidades de la comunidad y a las particularidades del entorno.

En paralelo, la APS ha conformado un comité técnico-científico compuesto por expertos académicos, profesionales de consultoría y representantes de asociaciones técnicas, quienes han supervisado el desarrollo de las iniciativas y han aportado criterios técnicos y de viabilidad a las propuestas surgidas en las mesas sectoriales. Gracias a esta colaboración multidisciplinaria, el proyecto ha logrado desarrollar soluciones que integran intereses comunitarios y mejoran la calidad de vida en la región, consolidando así el compromiso del Puerto de Sevilla con la economía circular y la sostenibilidad.

Iniciativas de valorización de sedimentos: biodiversidad, agricultura e industria

La reutilización de los sedimentos extraídos en las campañas de dragado de la Eurovía del Guadalquivir se ha traducido en diversas iniciativas que promueven beneficios ambientales, sociales y económicos. Entre las acciones implementadas destaca la creación de humedales cerca del Parque Nacional de Doñana, un espacio de alto valor ecológico afectado por la sequía, que ofrece hábitats alternativos a más de 70 especies de aves acuáticas, entre las que se encuentran especies vulnerables como la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) y el porrón pardo (Aythya nyroca). Además de incrementar la biodiversidad local, esta zona de humedales es accesible al público, permitiendo actividades de ciencia ciudadana y visitas educativas que promueven la concienciación ambiental entre los residentes y visitantes.

Otro de los usos destacados de los sedimentos es su incorporación en la industria cerámica, donde se emplean para crear suelos de alta porosidad adecuados para proyectos bioclimáticos. Estos suelos ayudan a retener humedad y a mitigar los efectos de las altas temperaturas, lo que los convierte en una opción ideal para áreas de transición entre el puerto y la ciudad, como el Distrito Urbano Portuario de Sevilla, una zona de desarrollo promovida en conjunto por la APS y las administraciones locales y regionales. De esta manera, el puerto contribuye tanto al desarrollo industrial como al bienestar urbano, mejorando la calidad de los espacios en la interfaz puerto-ciudad.

La restauración costera es otro de los ámbitos en los que se aplican los sedimentos de dragado. En playas erosionadas de Sanlúcar de Barrameda y en los márgenes del Parque Nacional de Doñana, estos sedimentos se utilizan para ampliar la superficie de playas destinadas al disfrute público y para proteger la integridad de áreas naturales sensibles. Este tipo de intervenciones no solo mejora la accesibilidad y el atractivo turístico de la región, sino que también garantiza la conservación de ecosistemas que son fundamentales para la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental.

En las zonas de producción arrocera situadas aguas arriba, se están probando bloques de tierra compacta con semillas para la estabilización de riberas fluviales. Estos bloques naturales refuerzan la sostenibilidad de los márgenes del río y aportan estabilidad a las áreas de cultivo, generando beneficios ambientales y apoyando la integridad agrícola en el estuario.

La APS también ha desarrollado sustratos artificiales a partir de sedimentos de dragado que mejoran la fertilidad de los suelos agrícolas, contribuyendo a aumentar la producción de cultivos y actuando como sumideros de carbono. Esta innovación no solo representa un avance en términos de sostenibilidad climática, sino que también proporciona ventajas económicas a los agricultores locales, quienes encuentran en estos sustratos un recurso valioso para la mejora de la calidad del suelo.

Innovación y sostenibilidad: un modelo replicable para otros puertos europeos

El proyecto de economía circular del Puerto de Sevilla destaca no solo por su originalidad y capacidad innovadora, sino también por su potencial como modelo replicable en otros puertos europeos. A diferencia de los proyectos convencionales, esta iniciativa mejora la navegabilidad y la capacidad de carga de los buques en el Guadalquivir sin alterar los niveles del lecho del canal, protegiendo así la integridad del ecosistema fluvial. Además, las soluciones implementadas en colaboración con otros sectores económicos de la región, como el turismo y la agricultura, fortalecen el tejido económico y social del estuario del Guadalquivir, demostrando que el desarrollo portuario puede coexistir con la protección ambiental y el beneficio comunitario.

La creación de humedales y otras soluciones basadas en la naturaleza, junto con la adopción de tecnologías disruptivas como la impresión 3D, han permitido que el proyecto del Puerto de Sevilla se posicione como un referente en sostenibilidad portuaria y en la aplicación práctica de la economía circular. El verdadero desafío, según la APS, ha sido lograr una participación efectiva de las comunidades locales y de los grupos de interés en el proceso de toma de decisiones, un esfuerzo que ha resultado en una iniciativa comprensible, viable y resiliente ante el cambio climático.

Un compromiso con el Pacto Verde Europeo y el desarrollo sostenible

La obtención del Premio ESPO 2024 pone en valor el compromiso del Puerto de Sevilla con los objetivos del Pacto Verde Europeo y su apuesta por una economía circular que responda tanto a los intereses del puerto como a las necesidades de la comunidad. Con esta iniciativa, la APS no solo contribuye al fortalecimiento del tejido social y económico de la región, sino que también impulsa la conservación de la biodiversidad en un área de alto valor ecológico, como el entorno del Parque Nacional de Doñana.

Este reconocimiento europeo brinda visibilidad a un proyecto que integra los intereses de los actores locales y promueve un desarrollo portuario sostenible, demostrando que los puertos pueden ser motores de cambio positivo en beneficio de las comunidades y los ecosistemas que los rodean.

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