El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía (IEO), ha comenzado la campaña Arsa 1124 en el Golfo de Cádiz. La iniciativa, que cuenta con el buque oceanográfico Vizconde de Eza, tiene como objetivo principal la evaluación de los recursos pesqueros y la cartografía detallada del medio marino en esta área estratégica. La campaña, que se extiende por 14 días, se enmarca en el proyecto Pescadiz II del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) y forma parte de las actividades de investigación directa sobre poblaciones pesqueras que España desarrolla de manera periódica.
La misión, que parte desde el puerto de Cádiz, busca recabar datos de los índices de abundancia y patrones de distribución de especies demersales de alto interés pesquero, entre las que se incluyen peces, crustáceos y moluscos. Durante el operativo, el equipo de investigación también realizará estudios hidrográficos y sedimentológicos, analizando variables como la calidad del agua y el nivel de contaminantes en el sedimento marino. Los datos obtenidos se contrastarán con la serie histórica de información de la zona, permitiendo una evaluación precisa de la sostenibilidad de las prácticas pesqueras.
La dirección científica de Arsa 1124 corre a cargo del Instituto Español de Oceanografía, mientras que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación facilita el buque y la tripulación, destacando así la colaboración entre ambas entidades en el esfuerzo por mantener una gestión sostenible de los recursos del mar. Este estudio, cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura, forma parte de una serie de campañas sistemáticas en el Golfo de Cádiz, integradas en el Programa Nacional de Datos Básicos.
La campaña emplea métodos de arrastre de fondo, reconocidos como uno de los enfoques más efectivos para el estudio directo de poblaciones marinas explotadas. Los datos que se generen serán analizados en conjunto con otros tipos de información pesquera en grupos de evaluación especializados, de los cuales surgirán las recomendaciones para la gestión de la actividad pesquera en el Golfo de Cádiz. Estas directrices buscan facilitar una explotación pesquera sostenible que respalde tanto la conservación de las especies como la actividad económica de las flotas pesqueras.
El Vizconde de Eza, buque elegido para esta operación, es uno de los barcos de investigación más avanzados del mundo. Con una eslora de 53 metros y una manga de 13 metros, el buque está equipado con un sistema de posicionamiento dinámico que le permite mantenerse en un punto específico, compensando condiciones adversas como oleaje, viento y corrientes. La nave cuenta además con laboratorios de alta tecnología, dotados de instrumentación avanzada para análisis oceanográficos y pesqueros. La flota científica española, gestionada por la Secretaría General de Pesca, también incluye los buques Miguel Oliver y Emma Bardán, todos dedicados a investigaciones en favor de la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la protección del ecosistema marino.