Un reciente estudio del Mærsk Mc-Kinney Møller Center for Zero Carbon Shipping (MMMCZCS) ha revelado una amplia aceptación del amoníaco como combustible marino, aunque con importantes reservas.
Este cambio se produce en un momento en que el sector busca cumplir los ambiciosos objetivos de descarbonización establecidos por la Organización Marítima Internacional (OMI). La Estrategia de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de la OMI para 2023 busca reducir la intensidad de carbono en un 40 % para 2030 y alcanzar emisiones netas cero en 2050. Para lograr estos objetivos, la industria está recurriendo a combustibles alternativos, con el amoníaco emergiendo como una opción prometedora para el transporte marítimo sin emisiones.
La encuesta del MMMCZCS, que ha recogido respuestas de más de 2.000 profesionales del sector, ha mostrado que el 58,6 % de los encuestados está dispuesto a trabajar con buques propulsados por amoníaco. Esta aceptación mayoritaria indica una predisposición de la industria hacia un cambio necesario para cumplir con los objetivos de sostenibilidad.
No obstante, la transición hacia el uso del amoníaco como combustible marino presenta varios desafíos. El estudio ha subrayado preocupaciones clave, especialmente en materia de seguridad y formación. Uno de los encuestados destacó que “la formación y certificación exhaustivas son fundamentales para la aceptación del amoníaco como combustible marino”.
La seguridad se ha identificado como la mayor inquietud, con los encuestados solicitando sistemas de combustible a bordo más fiables y seguros, además de diseños de buques que incorporen medidas de seguridad adicionales. La naturaleza tóxica del amoníaco requiere enfoques innovadores en materia de seguridad, aprovechando la experiencia existente en su manejo como carga.
Las necesidades de formación señaladas en la encuesta abarcan diversos temas, como el impacto del amoníaco en las personas y el medio ambiente, procedimientos de respuesta ante emergencias y aspectos técnicos relacionados con su manejo y operación. Esto pone de manifiesto la importancia de la difusión del conocimiento y el desarrollo de habilidades en toda la industria.
La preparación regulatoria ha sido otro tema crucial. Los profesionales marítimos han demandado regulaciones efectivas y oportunas que protejan a la tripulación de los riesgos asociados al amoníaco. Esto destaca la necesidad de un desarrollo normativo proactivo que avance al mismo ritmo que las nuevas tecnologías.
El MMMCZCS está abordando estos desafíos a través de varios proyectos, incluyendo uno enfocado en la revisión de las Tablas del STCW relacionadas con el Código Internacional de Seguridad para Buques que Utilizan Gases u Otros Combustibles de Bajo Punto de Inflamación.
A medida que la industria avanza, los resultados de esta encuesta serán clave para la creación de programas de formación, la influencia en el diseño de buques y sistemas de combustible, y el desarrollo de pautas para el abastecimiento seguro de amoníaco en puerto.