La capacidad global de la flota de portacontenedores alcanza los 30 millones de TEUs

La expansión de la flota coincide con el aumento del comercio marítimo, que llegará a 12.600 Mt en 2024.

El informe semestral de Clarksons prevé un aumento del 2,2% en el comercio marítimo global para 2024, alcanzando los 12.600 millones de toneladas (Mt). El crecimiento continuará en 2025, con una expansión adicional del 2%, impulsado por cambios en las rutas estratégicas de transporte, como el canal de Panamá y el mar Rojo.

Según el análisis, el volumen de toneladas-milla crecerá un 6% en 2024, el mayor aumento registrado en 15 años. Este fenómeno se debe a la redistribución de rutas de transporte de materias primas energéticas, como el petróleo y el gas, debido a las sanciones impuestas a Rusia. El incremento de exportaciones de larga distancia desde la cuenca atlántica hacia Asia ha sido un factor clave en este crecimiento. Sin embargo, el tránsito por el mar Rojo se mantiene un 70% por debajo de los niveles normales, lo que ha generado un aumento de la demanda de buques del 3%, y un crecimiento del 12% en el transporte de contenedores.

El informe refleja un comportamiento mixto en los diferentes segmentos del transporte marítimo. El sector de los portacontenedores ha mostrado un rendimiento histórico, con un aumento significativo de tarifas y fletes. Este incremento ha sido atribuido a los desvíos de tráfico, que afectan a unos 700 buques, y a la congestión portuaria registrada a finales de 2023. Sin embargo, la situación se ha estabilizado a medida que avanza la temporada alta y la flota mundial continúa creciendo.

En el segmento de los petroleros, los ingresos han superado los 40.000 dólares diarios durante 2024, impulsados por el comercio de larga distancia vinculado a Rusia y a la mayor producción de crudo en las Américas. A pesar de una desaceleración durante el verano, el informe pronostica un mercado fuerte en invierno, aunque persisten incertidumbres relacionadas con la demanda china y la política de producción de la OPEP.

Los buques graneleros, en especial los capesize, han registrado ingresos promedio de 16.000 dólares diarios, beneficiados por el aumento en las exportaciones de materias primas desde el Atlántico. No obstante, los metaneros han experimentado una moderación en sus tarifas debido al aumento de la oferta, lo que anticipa una ralentización de las tarifas spot en invierno. Para 2025, se prevé la entrada en operación de varios proyectos de exportación de GNL, lo que podría dinamizar este mercado.

El crecimiento de la flota mundial también se prevé desigual. Se espera que la capacidad global aumente un 4% en 2024, alcanzando los 2.500 millones de toneladas de peso muerto (Mtpm). Sin embargo, sectores como el de petroleros solo crecerán un 1%, mientras que los portacontenedores y metaneros experimentarán incrementos del 10% y 8%, respectivamente. La construcción naval sigue dominada por China, con más del 50% de la cartera global de pedidos en términos de Compensated Gross Tonnage (CGT), aunque aún se encuentra un 35% por debajo de los niveles máximos alcanzados en 2008.

El mercado de compraventa de buques ha mantenido niveles similares a 2023, con precios elevados, mientras que el reciclaje de buques se ha mantenido en niveles moderados. El valor total de la flota mundial y la cartera de pedidos ha superado los 2 billones de dólares.

Desafíos de la transición energética y perspectivas de futuro

La transición energética sigue siendo un desafío estratégico para el sector. Clarksons ha indicado que las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo aumentarán ligeramente en 2024, representando el 2% de las emisiones globales. Sin embargo, la adopción de tecnologías más sostenibles está en aumento, con el 7% del tonelaje de la flota mundial y el 52% de la cartera de pedidos preparados para utilizar combustibles alternativos, principalmente GNL.

El transporte marítimo global deberá seguir enfrentando el reto de renovar sus flotas e implementar tecnologías sostenibles en un entorno marcado por tensiones geopolíticas. La competencia en la construcción naval, así como la creciente demanda de buques respetuosos con el medio ambiente, serán factores clave en la evolución del sector en los próximos años.

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