La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha puesto en marcha un refuerzo en los dispositivos y controles de seguridad en las líneas regulares de tráfico interinsular, comenzando en el puerto de la capital tinerfeña. Esta medida, que incluye controles exhaustivos al pasaje y equipaje, se implementará progresivamente en todos los puertos de la provincia con el objetivo de garantizar la protección en los trayectos marítimos interinsulares.
Esta iniciativa responde a la Resolución de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, que dicta las directrices del Plan de Protección del Puerto, y se enmarca dentro del Real Decreto 704/2011 sobre la protección de infraestructuras críticas, así como del Real Decreto 1617/2007 que establece medidas para la mejora de la seguridad en puertos y transporte marítimo.
En las últimas horas, los pasajeros de Líneas Fred. Olsen han sido los primeros en someterse a este nuevo sistema de seguridad en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, con inspecciones a través de escáneres y arcos de seguridad similares a los utilizados en los aeropuertos. Durante la jornada, cerca de un centenar de pasajeros, equipajes y vehículos fueron inspeccionados para el viaje de las 10:00 horas con destino a Agaete, con la certeza de que ningún pasajero accedió a la zona de preembarque sin haber superado los controles.
La Guardia Civil, encargada de la seguridad, también ha revisado los vehículos en la zona de preembarque, garantizando que las inspecciones sean completas y efectivas. En el caso de los pasajeros que viajan con los buques de Naviera Armas-Trasmediterránea, los controles se realizarán en las instalaciones de la propia naviera, donde se han implementado los recursos de seguridad necesarios.
Durante el mes de octubre, se llevarán a cabo 22 controles aleatorios en los distintos puertos gestionados por la Autoridad Portuaria, con el objetivo de cumplir con los requisitos de seguridad establecidos por el Ministerio del Interior y consolidar los puertos de la provincia como infraestructuras seguras y adaptadas a las normativas actuales.
La implementación de estos controles requiere una estrecha colaboración entre la Policía Portuaria, la Guardia Civil y las empresas de seguridad privada, cuyo personal especializado en radiología se encarga de operar los equipos de control. Además, las navieras desempeñan un papel clave para asegurar que los procedimientos de seguridad se desarrollen de manera fluida, evitando retrasos en los horarios de salida de los buques.