Repsol ha comenzado a suministrar biometano licuado (bio-GNL) a los buques GNL Salamanca y Santoña, pertenecientes a Brittany Ferries, en la terminal de bunkering de GNL de Santander. El sábado tuvo lugar la primera operación de este tipo, con el suministro de 60 toneladas de bio-GNL, equivalente a tres camiones de este combustible.
Esta colaboración entre Repsol y Brittany Ferries refuerza el compromiso de ambas compañías con la adopción de combustibles renovables y la reducción de emisiones en el sector marítimo. El uso del bio-GNL, según las empresas, puede reducir hasta casi un 100% las emisiones de CO2 en comparación con el GNL convencional, dependiendo de la materia prima y el proceso de producción del biometano.
Una de las ventajas clave del bio-GNL es que no requiere modificaciones en los motores de los buques, manteniendo su rendimiento igual al de los combustibles convencionales, ya que ambos comparten la misma composición química.
El bio-GNL utilizado en esta operación se produce en la primera planta española de este tipo, ubicada en Somozas, La Coruña. El biometano se genera a partir de residuos agroalimentarios, agrícolas y domésticos, promoviendo una economía circular en la producción de combustibles.
Este suministro de bio-GNL se produce tras la significativa inversión de Brittany Ferries en la renovación de su flota, que se completará en 2025. La naviera ha incorporado cinco nuevos buques, cuatro de ellos propulsados por GNL, como parte de su estrategia hacia la sostenibilidad. El Salamanca y Santoña ya operan en rutas de larga distancia desde España hacia Inglaterra e Irlanda, mientras que los nuevos buques, que combinarán GNL y electricidad, comenzarán a navegar en la primavera de 2025 tras su puesta a punto en el astillero de Astander.
La Autoridad Portuaria de Santander ha jugado un papel clave en hacer posible el suministro de bio-GNL. Su colaboración con Brittany Ferries es parte de un compromiso mutuo de largo plazo, contribuyendo al avance hacia un transporte marítimo más limpio.
Repsol, por su parte, busca liderar el mercado de combustibles renovables en la Península Ibérica, con el objetivo de alcanzar una capacidad de producción de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas de combustibles renovables para 2027, y hasta 2,7 millones en 2030. Con la puesta en marcha de su nueva planta de biocombustibles en Cartagena, con una capacidad de 250.000 toneladas anuales, la compañía continúa consolidándose como un referente en la producción de energías limpias.