El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Carlos Botana Lagarón, y la conselleira de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, María Martínez Allegue, han mantenido esta semana una reunión de trabajo en la que también participaron la delegada de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz, y la directora de la terminal olívica, Beatriz Colunga. Durante este encuentro, se ha revisado el convenio de colaboración firmado en junio de 2022 entre ambos organismos, cuyo objetivo es fomentar la movilidad sostenible en la fachada marítima de la ciudad.
Este acuerdo, que cuenta con una inversión superior a los cinco millones de euros, incluye varias actuaciones relevantes, entre las que destaca la construcción de una senda peatonal y ciclista en el área portuaria del Berbés, ya finalizada. Actualmente, se está ejecutando la mejora de la movilidad y humanización en el segundo tramo del vial de Orillamar, obra que, según Botana, se espera concluir antes de fin de año. Con la finalización de este proyecto, se abrirán a la ciudad 7,5 kilómetros de senda ciclo-peatonal que conectarán desde la calle Arenal hasta Bouzas, integrando de manera más armoniosa el puerto con la ciudad y mejorando una zona históricamente afectada por su pasado industrial.
El segundo tramo del vial de Orillamar abarca desde la Plaza de la Industria Conservera, en la rotonda de la calle Coruña, hasta la iglesia de San Miguel de Bouzas. En este espacio de 1,5 kilómetros se creará una nueva superficie peatonal y ciclista de cerca de 11.400 metros cuadrados, complementada por una zona ajardinada de unos 1.400 metros cuadrados donde se plantarán más de cien árboles, además de instalar nuevos bancos y espacios para aparcar bicicletas.
En el marco de este proyecto, la Autoridad Portuaria también ha previsto la inclusión de cartelería adaptada para personas con diferentes capacidades, contribuyendo a la accesibilidad universal. Estos paneles ofrecerán información cultural y ambiental del trayecto, con un enfoque inclusivo, e incorporarán códigos QR que permitirán a los usuarios acceder a información específica sobre la zona del paseo en la que se encuentren, mejorando así la autonomía de los viandantes.
Esta iniciativa se posiciona como pionera en Galicia, siendo la primera vez que se implementa un sistema de señalización adaptada en una infraestructura urbana. El modelo se pretende replicar en otras áreas del puerto, con el objetivo de transformar la interfaz puerto-ciudad, facilitando la conexión entre ambos espacios y promoviendo un mayor acercamiento del sector portuario a la ciudadanía.
Botana ha subrayado la relevancia de hacer accesible el Puerto de Vigo para todos los públicos, un desafío que la institución lleva abordando desde 2016 a través de su estrategia de Crecimiento Azul (Blue Growth). Esta estrategia se ha centrado en eliminar barreras físicas y conceptuales que impidan la integración entre la ciudad y el puerto, contribuyendo a una relación más fluida y cercana entre ambos entornos.