El Puerto de Motril ha reutilizado más de 15.600 metros cúbicos, equivalentes a 15 millones de litros de agua, gracias a la puesta en marcha de una Estación de Bombeo de Aguas Residuales Industriales (EBARI) desde septiembre de 2021. Este sistema ha permitido un ahorro de aproximadamente 36.000 euros para la Autoridad Portuaria, lo que ha llevado a su presidente, José García Fuentes, a declarar que «la inversión y los gastos de explotación y mantenimiento del proyecto estarán amortizados antes de lo previsto».
La EBARI está diseñada para aprovechar el agua excedente del riego de la vega de Motril, que anteriormente se vertía al mar, junto con las aguas pluviales recogidas en la zona. El sistema conduce este recurso a un aljibe con una capacidad de 14 metros cúbicos y a dos depósitos adicionales, cada uno con una capacidad de 8 metros cúbicos. El agua recolectada, una vez tratada, se utiliza principalmente para el riego de las zonas verdes del recinto aduanero del puerto, así como para el baldeo, gracias a la implementación de una red de agua independiente en toda la urbanización de la dársena interior.
Este proyecto, basado en principios de economía circular, ha permitido al Puerto de Motril optimizar sus recursos naturales y reducir el consumo de agua potable. José García Fuentes ha señalado que el sistema no solo supone un beneficio económico, sino que también contribuye de manera significativa a la sostenibilidad medioambiental del puerto, al reducir su huella hídrica.
La importancia de esta iniciativa radica en su enfoque hacia la reutilización de un bien cada vez más escaso como es el agua, permitiendo al puerto cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental y eficiencia de recursos. Como dato ilustrativo, con el agua reutilizada por la EBARI se podrían llenar seis piscinas olímpicas, lo que pone en perspectiva la magnitud de este proyecto.
Además de su impacto económico y medioambiental, la instalación de este sistema refuerza el compromiso del Puerto de Motril con la gestión eficiente del agua en un contexto de creciente escasez de recursos hídricos. El aprovechamiento de las aguas pluviales y excedentes para riego y limpieza es un claro ejemplo de cómo las infraestructuras portuarias pueden adaptarse a las nuevas exigencias de sostenibilidad sin comprometer su funcionamiento operativo.